Envían carta al máximo líder de la Iglesia Católica, previo a su visita a México.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 11 de febrero de 2016
En una misiva firmada por representantes de organizaciones sociales, así como por figuras públicas como el pintor Francisco Toledo y el padre Miguel Concha, pidieron al Papa Francisco que eleve un mensaje de protección al maíz mexicano.
Los firmantes, también integrantes de la Demanda Colectiva que ha impedido la siembra del maíz transgénico en suelo nacional, le pidieron al representante del Vaticano un apoyo especial a los pueblos indígenas y campesinos, quienes “están sufriendo un despojo continuo de la vida y riquezas que generosamente han compartido y comparten con el mundo”.
En la misiva se le señala al Papa la importancia del maíz nativo en la alimentación y cultura de los mexicanos y el mundo. “Usted podrá en su visita percibir como el maíz es un elemento identitario presente en cada aspecto de nuestra vida desde el arte, la cultura, la ciencia; qué decir de la comida”, dice la carta.
“El maíz es para nosotros, una planta sagrada, nuestra madre y origen, sin embargo, hoy la avidez del capital busca apropiarse de ella, convertirla en una mercancía”, suscribieron. Además le explicaron la situación del campo producto de la importación de alimentos de mala calidad, “entre ellos maíz transgénico”, donde “se han aniquilado a los campesinos y a los pueblos indígenas para despojarlos de las riquezas que han creado y preservado en sus territorios”.
También le señalaron que en México un grupo de campesinos y de organizaciones han logrado abrir un proceso judicial donde las autoridades han reconocido un riesgo sanitario en la siembra del maíz transgénico, además de que dicho tipo de semilla no es necesariamente más productiva. Y donde las empresas trasnacionales han reconocido que habrá flujo genético hacia las razas nativas y silvestres.
Los connacionales le recordaron al Papa algunos de sus señalamientos en la Encíclica Laudato Sí, donde la Iglesia invita a solucionar los conflictos socio-ambientales mediante una “profunda Conversión Ecológica”.
El Papa afirmó en la Encíclica que “en varios países se advierte una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y de otros productos necesarios para su cultivo, y la dependencia se agrava si se piensa en la producción de granos estériles que terminaría obligando a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”, en alusión directa a los cultivos transgénicos.
