Respuesta a los megaproyectos en Guatemala.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 09 de julio de 2015
En la pequeña comunidad de El Lirio Putul, en el departamento de El Quiché en Guatemala, han guardado las velas con las que acostumbraron su vida nocturna y ahora estrenan su hidroeléctrica apta para proveer electricidad a más de 300 familias.
Tradicionalmente excluidos de los proyectos eléctricos 61 familias, que conforman la comunidad, iniciaron en octubre de 2014 la obra con asesoría de la organización MadreSelva colectivo ecologista.
El colectivo promueve las pequeñas hidroeléctricas que no afecten la biodiversidad y que la administre la propia comunidad,”. Las grandes hidroeléctricas tienen impactos en el medio ambiente y raramente benefician a las comunidades en cuyos territorios se asienta el proyecto”, afirman.
En asamblea los habitantes de El Lirio, podrán establecer una cuota fija para el pago del servicio que serán destinados para la administración, operación y mantenimiento del sistema eléctrico que atenderán miembros de la comunidad que han sido capacitados.
El proyecto comunitario, emplea el agua del río que es conducida por una tubería de plástico y hace funcionar una pequeña turbina instalada en una planicie.
Julio Rios, habitante de la comunidad explica el proceso de la pequeña hidroeléctrica ambiental “agarramos el agua desde su nacimiento y vuelve otra vez a desembocarse al mismo río”.
El costo del proyecto fue de 510 mil dólares y los aportó la embajada de Noruega a través del colectivo ecologista.
“Fue a puro pulmón, un poste lo traíamos entre treinta personas”, asegura Delfino Damar beneficiado por el proyecto comunitario, que se realizó sin recursos del gobierno.
La pequeña turbina instalada, genera de 21 a 25 kilovatios por hora, es la segunda que gestiona MadreSelva en la zona montañosa de El Quiché, siendo la primera en la comunidad Unión 31 de Mayo.
Con información de MadreSelva colectivo ecologista y TeleSUR
Foto: TeleSUR
