La Casa de la Chinampa, produce hasta 80 toneladas diarias.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 02 de julio de 2013
La milenaria técnica de producción chinampera, que ha sido declarada desde 1987 como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la ONU, se encuentra en riesgo de desaparecer y un grupo de productores de hortalizas y cooperativistas han puesto manos a su rescate.
Se trata del grupo de productores de La Casa de la Chinampa de San Gregorio, Xochimilco, quienes durante el programa de radio de La Coperacha hicieron un llamado a consumir productos de las chinampas para conservar esta técnica de agricultura y también a preguntarles a las autoridades qué están haciendo por preservar esta tradición.
Los productores David Jiménez y Guillermo Negrete hicieron hincapié en que Xochimilco no es un pueblo que produce hortalizas con aguas negras, sino un pueblo chinampero de producción sana y ecológica.
Los socios cooperativistas y agricultores explicaron que para ello tienen un convenio con la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, quienes han certificado la calidad inocua del agua de sus chinampas.
La Casa de la Chinampa nació con el objetivo de difundir la cultura chinampera a partir de programas como “la chinampa va a tu escuela”, la “chinampa digital”, talleres y la rodada chinampera, así como comercializar los productos.
“San Gregorio está produciendo como mínimo 40 toneladas de verduras todos los días y en época de primavera hasta 80 toneladas diarias”, describió David Jiménez.
Ulises González, radioescucha de Coacalaco, Estado de México, llamó al programa para apuntarse a trabajar por las chinampas. Del mismo modo Rafael Mendoza, de la cooperativa de productores de hortaliza Yolcan, de San Gregorio Xochimilco, habló para incorporarse en la defensa de la chinampa.
“Llamen al jefe de Gobierno del DF preguntándole qué esta pasando con la zona de Xochimilco, cuáles son los programas que tienen para Xochimilco, y también a las autoridades delegacionales”, pidió Guillermo Negrete.
Actualmente el 80 por ciento de la producción chinampera se comercializa en la Central de Abasto, con el riesgo de venderse muy por debajo de su precio o de no encontrar salida.
Además están entrando a las unidades habitacionales en mercados locales organizados con los vecinos, así como a la Tienda de la Comunidad Terapéutica Madre Selva y los Mercados Alternativos de Consumo Solidario (MACS).