Delegada ofrecer replicar el proyecto en espacio público. 
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 20 de octubre de 2015
Han pasado dos años desde que un grupo de productores y jóvenes estudiantes, encabezados por Julia Álvarez y Liber Saltijeral, se lanzaron a la aventura de impulsar en la Delegación Tlalpan un mercado orgánico que no se llamara así, sino alternativo.
La idea que traían desde entonces era la de irrumpir en la retórica de “lo sustentable”, ese concepto que junto a otros como “lo orgánico”, eran tomados por gobiernos y empresas para imponer políticas públicas y colocar en anaqueles de trasnacionales productos inaccesibles para todos, explicaban.
Dos años, una certificación y una descendencia
Luego de esos 24 meses de trabajo, el Mercado Alternativo de Tlalpan (MAT) se ha vuelto un mercado 2.0, que conoce quiénes son sus consumidores y de dónde vienen, pero además les presenta por medio de una aplicación del google maps, la ubicación de los huertos donde nacen las lechugas, acelgas, rábanos, quesos, miel, shampús y jabones, que se llevan a casa.
Los consumidores pueden asistir a los huertos y chinampas, y para eso se organizan visitas como parte de un proyecto de certificación participativa. Actualmente van 5 productores certificados, pero para mediados del próximo año serán 30, es decir, todo el universo del MAT, afirma Liber Saltijeral.
La otra gran novedad es que el MAT, que se ha fortalecido en cuanto a productores y consumidores de las delegaciones sureñas, y está por dejar una descendencia en algún espacio público de Tlalpan, luego del cambio de gobierno y partido en esa demarcación.
“Ya entramos en pláticas con la nueva jefa delegacional de Tlalpan, para crecer el mercado y hacer otro MAT dentro de Tlalpan pero con proporciones mucho mayores. La intención de éste será meter a 70 productores aprovechando la plataforma que tiene la Delegación con un registro de productores”, adelanta Liber Saltijeral.
La educación se da en el mercado
“Una de las labores principales del MAT ha sido la educación acerca de los cuestionamientos que existen alrededor de la sustentabilidad, lo verde y lo orgánico”, dice Liber.
“Nos hemos esforzado estos dos años en tratar de meter en la discusión y en el imaginario de la ciudadanía que existe una alternativa, una visión diferente de cómo abordar la sustentabilidad y lo ecológico y siempre remarcando que el origen de la crisis (que ahora se trata de resolver), es una crisis política y no una crisis ecológica. Lo que causa la devastación ecológica es un sistema mucho mayor, económico, de toma de decisiones”, sostiene.
Agrega que otra forma de educación que tiene el MAT son las visitas a los sitios de producción para promover el derecho a la alimentación y la soberanía alimentaria de una manera más directa, trascendiendo al mercado.
“Este año se hicieron dos, fuimos a Iztapalapa, al Huerto Matláloc; y a un proyecto integral de hortalizas, de pequeño ganado, avícola y cunícola en Topilejo. Ahí se hicieron talleres, alguna composta, el productor expuso lo que hace y se departió la tarde con los consumidores”. Esa forma de educación (también alternativa) no viene en los planes del secretario Nuño, pero sí queda grabada por siempre.
La fiesta
Ante la inevitable pregunta de si el MAT es un espacio de comercio justo, ecológico o de intercambio de ideas políticas, Liber Saltijeral, suelta que es todas las anteriores:
“Es un proyecto muy integral, encontramos el adjetivo alternativo como el más indicado pero también hemos limitado lo que para nosotros es lo alternativo y que involucra todas estas cosas: un mercado ecológico, de comercio justo y también un espacio político de reivindicación de los derechos tanto de los productores como de los consumidores”.
Pero aunque no se asuman orgánicos, los del MAT ya son parte de la Red de Mercados y Tianguis Orgánicos que coordina Chapingo, y eso ya es en sí, otro motivo de fiesta para el segundo aniversario.
Checa el programa de actividades del segundo aniversario aquí.
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Foto: Mercado Alternativo Tlalpan
