
Desde la Comunalidad
Jaime Martínez Luna
Guelatao de Juárez, Oaxaca
Aunque lo Comunal como razonamiento vivencial aún no se comprende, México lo porta como una forma de apropiarse de la tierra. Desde esta vertiente, existe, pero no se conoce ni como filosofía, menos como rasgo cultural.
Sin embargo, los pueblos originarios que también son regulados y “protegidos” por el Estado, comprenden lo comunal como su forma de vida y de pensar, aun así, el resto de mexicanos ni siquiera lo imaginen.
El Estado Mexicano liberal por excelencia, regido por un sistema de libertades, (libertad de comercio, libertad de expresión, entre infinidad de libertades) padece en estos momentos los impactos libertarios que su propia doctrina defiende.
Es en este sentido que la situación política se agrava por la misma concepción libertaria del Estado liberal. No se puede detener la libertad de acumulación de Capital, y por lo tanto, el ejercicio de la libertad de expresión que tiene condenados a los mexicanos a recibir dosis de liberalidad en grandes proporciones. Es decir, a nadie se le puede reprimir con argumento político, porque habrá un tipo de libertad en la Constitución que permita todo exceso.
Esto mismo impide que se detengan megaproyectos que agreden e insultan al comportamiento de participación Comunal, es decir, el que seamos los pueblos originarios las víctimas de todo razonamiento liberal, que libera, incluso promueve todo tipo de emprendimiento económico, que obviamente se fundamenta en el principio Patriarcal y asistencialista de las políticas liberales del Estado Mexicano.
Lo que afirmamos es que mientras la República se rija de libertades, el razonamiento vivencial Comunal será sistemáticamente agredido, no solo porque el razonamiento Comunal significa el respeto a la decisión común, sino porque las libertades son fruto de un razonamiento individual, eje central del razonamiento liberal.
O lo que es lo mismo, mientras no se reconozca la importancia del razonamiento Comunal, no se tendrán razones y argumentos para detener el ejercicio individual y libertario del Poder, la Propiedad y del Mercado. Es decir, el razonamiento individual nunca aceptará el razonamiento Comunal. Esto significa que los problemas de México, seguirán debatiéndose dentro del mismo razonamiento liberal e individual, por lo mismo el empleo, el bienestar entendido como la aportación de bienes materiales seguirán siendo el centro.
El argumento partidista es central en esta obcecación, no se puede imaginar a la República sin la existencia de partidos. Los grupos de poder se explican en términos de partidos, es decir de coincidencias grupales para la defensa de sus intereses. Esto hace cuestionable toda acción política, que no busca las coincidencias para el bienestar de todos, sino simplemente la defensa de intereses individuales expresados como intereses grupales.
Desgraciadamente esto nos lleva a señalar que, aunque existan otros caminos para resolver los problemas estos no serán entendidos o aprovechados por el Poder. Se sigue señalando fallas en el ejercicio del Poder, no su desaparición.
En Oaxaca ya se cuenta con una Universidad Comunal, y esperamos que los propósitos de su creación nos dejen en claro si lo Comunal es legislable, o bien, que seguirá siendo una práctica concreta en territorios originarios, y que su defensa siga argumentándose como una simple expresión colectiva, sin tener el rango filosófico y epistémico en su existir.
Las transformaciones seguirán, porque son modificaciones de forma más no substanciales, pero no habrá cambios cercanos.
Tiene que surgir toda una generación Comunal, que trascienda la individualidad que trasmina toda conceptualización humanista, como lo reafirma nuestra actual élite en el poder. A quien no señalamos de malas personas, por lo contrario, pero eso sí, ignorantes del potencial de realización de lo Comunal, que todavía se mantiene como legado ancestral pero que se ignora y por lo mismo se deshecha.
Nos esperan guerras liberales, nosotros no cederemos de seguir exponiendo lo que no se señala porque se desconoce, se ignora. Seguiremos reconociendo lo no visible y que está ahí, en la obscuridad, como mineral a enriquecer, no explotar como lo haría un liberal.
Imagen: Alejandro Santiago. (Teococuilco, Oaxaca,1964-Oaxaca, Oaxaca-2013). Sin título.
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