Apicultores hicieron propuestas de políticas públicas a la 4T que no fueron escuchadas, les dieron un centro de acopio.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 05 de febrero de 2020
La miel falsa china elaborada con jarabe de arroz y alta fructuosa se ha vuelto la nueva amenaza para las abejas, los apicultores mayas y sus cooperativas, que se suman a otras como la deforestación, la siembra de transgénicos y la fumigación con pesticidas altamente tóxicos, afirma el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).
La venta sin control de esta sustancia simulada ha provocado que la miel de abeja de productores mayas desplome sus ventas en 30% para la miel convencional y 27% para la orgánica desde 2019. Además, el mercado global fue saturado por la miel china, pues representa un tercio del comercio global.
2018, atmósfera de esperanza
A través de una publicación, la organización indica que a finales de 2018, cuando “había una atmósfera de esperanza”, grupos de personas apicultoras de la Península de Yucatán buscaron al gobierno electo y propusieron un conjunto de estrategias, basadas en su experiencia, para proteger y fomentar la apicultura en territorio comunitario.
Meses después, en respuesta, el gobierno federal anunció dos acciones para atender a los apicultores: repartir azúcar para alimentar a las colonias de abejas y construir un centro regional de acopio, el Centro en Tahmek, inaugurado en diciembre de 2019 por el presidente López Obrador y que costó 30 millones de pesos.
El CCMSS cuestiona el desconocimiento de los funcionarios sobre la apicultura orgánica que no alimenta con azúcar a las abejas, y sobre las cientos de cooperativas en la región que acopian la miel de los asociados para comercializarla en mercados nacionales e internacionales. “O el gobierno desdeñó las propuestas construidas de abajo hacia arriba o simplemente no las leyó”.
Palabras de abajo hacia arriba
Testimonios de cooperativistas apicultores mayas refieren que un nuevo centro de acopio no es prioritario, en cambio sí lo es la comercialización y los precios a la baja, además del problema de la miel china.
“Tenemos un grave problema en la actualidad. Los chinos están vendiendo un jarabe, hecho a base de arroz, con alta fructuosa, que hacen pasar como miel”, dice Anastacio Oliveros presidente de la Unión de Sociedades Apícolas Ecológicas de Calakmul.
Oliveros destaca que el gobierno mexicano debería presentar una queja oficial ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) o ante la Unión Europea, por prácticas desleales, pues la miel simulada afecta una actividad económica para el país y constituye un engaño para los consumidores.
El apicultor Marco Antonio Cupul, de Dzonot Carretero, municipio de Tizimín, Yucatán, dice que se necesita valorar el trabajo del pequeño productor de miel orgánica, “garantizar su inocuidad, que los apiarios no estén cerca de potreros, granjas o basureros; que se ayude en la comercialización, que se detenga la deforestación y el uso de plaguicidas”.
Miguel Ángel Munguía, socio de la cooperativa Educe, plantea promover el consumo nacional, introducir la miel en la canasta básica y compras públicas para surtir a organismos como el DIF o Diconsa, propuestas que también fueron presentadas al gobierno.
Para el CCMSS el centro de acopio como respuesta a los problemas de la apicultura debilitará a las instituciones locales y procesos productivos autogestivos. “Cuando la política pública se diseña de arriba hacia abajo se pueden generar mayores desgracias que beneficios”, apunta.
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