Se dejan de lado las lenguas, la cultura y la demanda de los pueblos indígenas a crear sus propios medios de comunicación: Eugenio Bermejillo.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 9 de abril de 2014
La ley del más fuerte contra los medios indígenas, y desregulación de los medios sociales, es lo que se presenta en la Ley de Telecomunicaciones que se debate en el Senado de la República, señaló Eugenio Bermejillo, especialista en medios de comunicación indígenas.
El también coordinador de la red de comunicadores Boca de polen, describió que la reforma en telecomunicaciones, “es una coyuntura muy difícil para los medios de uso social”, porque las concesiones otorgadas en la reforma constitucional “ya en las leyes secundarias quedan completamente diluidas, quedan completamente desregularizadas”.
“Fue un proceso de casi un año en donde el cabildeo de los oligopolios fue durísimo y fue, lo puedo asegurar, a todos niveles, diputados, funcionarios, estuvieron bajo los cañonazos, cañonazos fuertes, para que el lobby pudiera no solo desregularizar los medios indígenas y comunitarios, desnaturalizar todos los escasos pero muy importantes avances que hubo en la reforma en telecomunicaciones”, afirmó el especialista.
Mientras los problemas continúan para las radiodifusoras indígenas las cuales sufren de acoso por parte de las autoridades, Eugenio afirma que “no hay una involucración del gobierno en la promoción de radios indígenas”, es decir se dejan de lado las lenguas, la cultura y la demanda de los pueblos indígenas a crear sus propios medios de comunicación, explicó.
Ante esto la red Boca de polen ha promovido con el Congreso Nacional de Comunicación Indígena, una serie de puntos en donde solicitan la determinación de frecuencias para medios sociales, que haya suficientes para cumplir con el porcentaje de población indígena en cada una de las zonas.
“Queremos que las concesiones se den, de acuerdo a los métodos que tienen tradicionalmente los pueblos indígenas”, afirmó Eugenio.
Otro punto que solicitan es la catalogación y distribución de las diversas producciones indígenas que existen, para que los medios, tanto comerciales como públicos programen producción independiente en lenguas indígenas.
Además “tendría que haber participación de los indígenas en los institutos que tienen que ver con la ciudadanización de los medios”, finalizó Bermejillo.
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