Desde la Comunalidad

Jaime Martínez Luna

Guelatao de Juárez, Oaxaca

Es muy interesante el debate en la cúpula del poder. Se visibilizan dos concepciones del poder dentro de una visión Liberal. La que claramente entiende el Poder desde la capacidad de un partido, no solo para alcanzarlo, sino también para mantenerlo y darle una permanencia, y la que lo entiende como la confluencia de principios y objetivos, un movimiento en torno a lo que se desea para la República.

Ambas, fundadas en la liberalidad del pensamiento entran en aparente contradicción, pero revelan dos concepciones dentro de un mismo razonamiento. Concebir el poder desde un partido es una, y ha sido la visión que ha imperado desde la época de la Reforma. La concepción de movimiento ha existido en la realidad, aunque ha tenido que encubrirse en la noción partidista.

A un pueblo como lo es el Mexicano, la noción de movimiento ha permitido que muchas maneras de interpretar la realidad, confluyan en una membresía partidista, sin dejar o abandonar sus propósitos de movimiento. El PRI, siempre fue la integración de diversas corrientes a pesar de los intentos de corporizarlos en los tiempos del Gral. Cárdenas.  Incluso, que, llevados por la visión Marxista, intentaron entender la realidad desde la diferenciación de sectores, el campesino, el obrero y el popular.

La realidad mexicana, no admite encuadramientos políticos. Somos una sociedad nacional de múltiples orígenes, por lo mismo las coincidencias en principios, permiten el encuadramiento en las formas partidistas. Por lo mismo el que ahora se hable de movimiento frente a líneas partidistas, esté generando contradicciones en el quehacer liberal de la política.

Morena, lo dice en su nombre, Movimiento de Regeneración Nacional, y es en función del nombre como mejor se debe entender lo que está sucediendo en recientes fechas. Entender que México es un movimiento político, es más sano para entender por qué militantes de un partido contrario caben en un movimiento, en lugar de prolongar o entender, que a la luz de quien ejerce el Poder, se aproveche la nominación partidista de su ejercicio, precisamente para mantenerlo.

Es decir, en México existen movimientos políticos, no partidos.

Y aunque esto amerite más tiempo para entenderlo y comprenderlo, es necesario que se reconozca también que en esta región denominada México, no solo existe el razonamiento Liberal, sino que existe las bases de otra Civilizatoria experiencia del quehacer político. Está la Comunal, que es opuesta a la individual Liberal.

Dada la gran diferencia que existe entre lo individual y lo Comunal, debemos dar tiempo para que lo liberal se diluya en su propio peregrinar, como se ve al enfrentarse lo partidista y la de movimiento, que exhiben la obscuridad del lenguaje cuando de defender el poder se trata.

No obstante, la visibilización de este problema, permitirá entender con más fidelidad lo que ha sucedido en este país, desde la revolución mexicana, supuesto tercer cambio de forma liberal de hacer lo político,  ha sido más que nada movimientos políticos enunciados como partidos.

Mientras tanto, lo Comunal que no se funda ni en la Libertad ni en la democracia, no dejará de ejercerse en sus espacios naturales, que para su conocimiento estos han ido en aumento. Debemos marcar entonces, que la diferenciación entre lo Liberal y lo Comunal se esclarece y se ensancha.

Imagen: Chu Huiini (Juchitán, Oaxaca, 1985). Omega.

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