
Desde el cooperativismo se puede detonar al sector social, generar empleo y alcanzar 10% del PIB.
La cooperativa Pascual, que este 2025 cumple 40 años de vida, respalda las iniciativas de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, para fortalecer el mercado interno y generar empleos, ante la entrada en vigor del 25% de aranceles impuestos unilateralmente por Estados Unidos a productos nacionales y canadienses.
Así lo dieron a conocer en entrevista, Patricia Izarrarás, presidenta del Consejo de Administración y Fermín Zenteno, su par del Consejo de Vigilancia. Señalaron que la cooperativa participa “con mucho orgullo” por invitación de la Secretaría de Economía en el Consejo Honorario Promotor del sello “Hecho en México” con el objetivo de visibilizar e incentivar el consumo de productos nacionales.
Además, la cooperativa de las bebidas de frutas, a través de su representante ante el Consejo Superior del Cooperativismo (Cosucoop), Salvador Torres Cisneros, sostuvo que el sector social de la economía, incluido ahí al cooperativismo, puede apoyar para detonar el desarrollo interno del país y generar empleo, pero se requiere un impulso con más énfasis desde el gobierno. Para ello, plantea algunas propuestas, que van desde cambiar el marco legal hasta incentivos fiscales y financieros.
Más que Hecha en México
El primer minuto del 4 de marzo entraron en vigor los gravámenes tan largamente amagados por Donald Trump. Ante ello, la presidenta Sheinbaum informó que responderá “con medidas arancelarias y no arancelarias”. Y recordó que desde hace 6 años México apuesta al crecimiento a partir de programas sociales, inversiones públicas, aumento al salario mínimo y fortalecimiento del mercado interno.
Una de esas iniciativas es impulsar el sello “Hecho en México” destinado al mercado interno y “Made in México” para el mercado internacional. Ahí la cooperativa mexicana, junto con otras empresas, participará en el proceso de evaluación de las solicitudes para obtener la certificación que impulsa la Secretaría de Economía.
“Somos orgullosamente mexicanos, orgullosamente Hecho en México”, sostuvo la presidenta de Pascual, quien además recordó que desde hace 40 años la cooperativa consume frutas de calidad y azúcar 100% del campo mexicano.
Izarrarás Aviña resaltó que al ser una empresa del sector social y no una trasnacional “los beneficios económicos son trasladados hacia sus socios, pero también a los trabajadores” y otra parte se invierte en proyectos de expansión.
Adelantó que en abril, una vez que pase la asamblea general, anunciarán la colocación de la primera piedra de una nueva planta productiva en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Con ello sumarían tres plantas productivas, contando las de San Juan del Río, Querétaro, y la de Tizayuca, Hidalgo.
Al comentar que Pascual está agradecida con el pueblo de México que se solidarizó durante la huelga en los años 80, destacó que a lo largo de su vida ha empleado parte de sus recursos en acciones de solidaridad para poblaciones afectadas por sismos y huracanes, para movimientos sociales y sindicales, para dar asesorías a cooperativas, para el cuidado de la mujer a través de campañas con la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam), en campañas de siembra de árboles, y al interior de la cooperativa, para la formación profesional de los socios, entre otras acciones.

Propuestas para detonar al sector social
Entrevistado por separado, el cooperativista de Pascual, Salvador Torres Cisneros, actual secretario del Consejo de Administración del Cosucoop, señaló que en este contexto de turbulencias internacionales el sector social de la economía puede incrementar su aportación al PIB, del 1.27 al 10%, “y nos podríamos quedar cortos”.
La propuesta formulada por el Cosucoop y entregada a diversos funcionarios, plantea que se debe elaborar un presupuesto federal con partidas específicas para detonar el arranque de nuevas cooperativas. Además se pide un trato fiscal equitativo de acuerdo a la naturaleza social de estas organizaciones considerando que por ley están obligadas a establecer fondos sociales y de educación.
También plantea establecer una banca para el sector social de la economía, o en su defecto, otorgar financiamientos a través del Banco del Bienestar. Otra propuesta es impulsar desde el Plan Nacional de Desarrollo el programa Cooperativas del Bienestar. Además, adecuar el marco legislativo “para que dejen de depender del derecho mercantil que las encajona como entidades de lucro” y se añada la equidad y la perspectiva de género en las cooperativas.
Finalmente, se plantea quitar los candados que pone la Comisión Nacional Bancaria de Valores a las sociedades cooperativas de ahorro y préstamo que impide otorgar crédito a otras cooperativas, principalmente a las de producción.
“Pensamos que es una enorme contradicción, porque las cooperativas han creado cantidades impresionantes de recursos que los maneja la banca privada y si nosotros queremos un crédito de una cooperativa de ahorro y préstamo no lo podemos tener porque la ley lo impide”, sostuvo Torres Cisneros.
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