Punto Gozadera: Un espacio para el feminismo en el centro de la ciudad

Del buen comer al gozo de la libertad, la diversidad y el apoyo entre mujeres.


Colaboración especial: Eunice Lozada Rosillo
Ciudad de México // 8 de marzo de 2016

En el Punto Gozadera no habrá actividades especiales por el 8 de marzo pues en ese restaurante y espacio cultural feminista todos los días son día de la mujer. Ubicado en la plaza detrás del mercado de San Juan, en el centro de la Ciudad de México, el local fue acondicionado para conformar un punto de encuentro a favor del diálogo, el esparcimiento y la retroalimentación entre mujeres, y ha facilitado también la convergencia de las diversas posturas del feminismo.

El proyecto fue concebido hace tres años por tres socias, Libertad García, Angélica Gay e Iván Martínez, quienes en principio tuvieron la idea básica de abrir un negocio propio de comida, sin embargo por los intereses y la experiencia de cada una en áreas del activismo social y derechos humanos, decidieron que el restaurante sirviera además como un espacio de expresión feminista.

Fue en septiembre de 2015, cuando el Punto La Gozadera, o La Gozadera como es conocida abrió sus puertas. En la planta baja está el restaurante que ofrece comida en su mayoría vegetariana, elaborada con productos oaxaqueños, así como bebidas y cerveza artesanal. Las mesas comparten espacio con un área libre dispuesta para los conversatorios femeninos que recientemente han abordado el tema de la maternidad, y con La mercadita, colectivos de mujeres que venden productos elaborados por ellas mismas.

La planta alta les ha funcionado de manera interdisciplinaria para conversatorios, presentaciones de libros, proyección de películas para cine debates, clases de baile para mujeres, conocida como “Charangada feminista”; performances, talleres y otras propuestas que buscan un lugar para desarrollarse.

Mujeres grabando resistencias
“Nosotras estamos abiertas a todas las expresiones del feminismo, de hecho este espacio se ha ido construyendo conforme hemos conocido más al movimiento en la ciudad y conforme se han acercado los diversos colectivos”, comenta Libertad, respecto a cómo se ha desarrollado Punto Gozadera; y sobre cómo las feministas se han apropiado de él.

El discurso está explícito en todo el lugar. En las paredes cuelgan grabados del colectivo Mujeres grabando resistencias con los lemas: “#vivasnosqueremos”, “mi cuerpo es mío, no se roba, no se viola, no se mata”, “yo no me suicidé, me asesinaron” y otros en contra de la violencia hacia la mujer. Hay mantas y carteles que alientan la fortaleza femenina, en contra del acoso, sobre la resistencia “lesbofeminista”, los derechos de la mujer, y a favor de la libertad de Nestora Salgado.

Andrea se ha integrado al equipo de trabajo del restaurante como mesera. Desde allí ha ampliado su visión sobre feminismo.”Yo antes no me asumía como feminista, fue cuando llegué aquí que me di cuenta de que en realidad siempre lo he sido, porque desde que decidí estudiar y trabajar, asumí una postura como mujer. Además me he dado cuenta de toda la diversidad que hay dentro del movimiento”, explica.

En el tiempo que lleva de mesera, Andrea ha atendido a mujeres y hombres que al entrar por primera vez se sorprenden por el discurso del lugar, pues se dan cuenta de que es mucho más que un restaurante. Al respecto, reflexiona Iván: “En la ciudad hacen falta lugares donde se puedan expresar y discutir las posturas ideológicas con apertura, por eso nos pareció importante tener esa posibilidad en este sitio”.

La Charangada feminista
A medio día de un sábado en La Gozadera se escuchan las risas de las hijas e hijos de las asistentes al segundo conversatorio de maternidades feministas. Las mujeres forman un círculo en el suelo para intercambiar experiencias sobre su visión de la maternidad. Mientras, en las mesas un grupo de jóvenes conversa sobre las diferentes formas en que han experimentado el amor y cuestionan el llamado “amor romántico”, así como la monogamia.

Terminado el conversatorio comienza La Charangada feminista, en todo el lugar suena la música sonidera porque en la planta alta varias chicas se han juntado para aprender a bailar. En lo que eso ocurre, tres hombres piden en la entrada un vaso del pulque natural que venden en La mercadita. Ellos entran para beberlo. En su mesa observan extrañados los carteles del lugar. En frente suyo, una mujer amamanta a su bebé sin ninguna restricción. Los hombres beben y platican, Iván se acerca a ellos para contarles de La Gozadera. Los tres lo escuchan atentos, luego se quedan solos de nuevo, permanecen un rato más hasta terminar su bebida y salen. Así es como suelen darse los primeros acercamientos a ese espacio feminista.

Aunque de manera oficial el Punto Gozadera no ha sido inaugurado, en estos meses se ha vuelto un importante referente entre las feministas y los activismos afines. Ahí se han hecho fiestas, batucadas y eventos en apoyo a otros grupos. Los talleres han sido variados, los organizadores están abiertos a propuestas que propicien la discusión de los feminismos para enriquecerlos.

Al respecto Libertad es clara: “En La Gozadera las actividades principalmente están pensadas por mujeres, para mujeres, los hombres sí pueden entrar, pero hay unas que son exclusivas”.

En principio, cuenta Iván, el nombre del lugar buscaba remitir al placer del buen comer, pero las actividades y las redes de colaboración han complementado la experiencia para hacer de La Gozadera un lugar donde una postura política como el feminismo encuentra el gozo de la libertad, la diversidad, la fiesta y el apoyo entre mujeres.

Sus actividades las pueden revisar en el sitio Punto Gozadera

La Coperacha

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