Podemos trabajar con empresas capitalistas y darles orientación social.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 08 de julio de 2014
Ramón Imperial es un hombre práctico, lleva 27 años de cooperativista desde el sector del ahorro y el préstamo y ha ocupado casi todos los cargos que existen y que llegarán a existir dentro de este sector. Aunque ha dejado la dirección en la caja de ahorro más grande del país, en este momento ocupa puestos de representación renombrados en México y el mundo como lo son la presidencia de Concamex, la presidencia de ACI Américas y la vicepresidencia de ACI mundial.
Mientras transcurre la presente charla, cuando se vive el Mundial Brasil 2014, Imperial detiene el balón y apunta que cualquiera de los países que sobreviven son campeones en cooperativismo, por ejemplo “sin el cooperativismo seguramente Alemania no hubiera superado los problemas de las guerras mundiales, Holanda tiene el mayor banco cooperativo, Brasil y Argentina son ejemplo de cooperativismo latinoamericano”.
Ya en el debate del cooperativismo nacional, Imperial abre sus cartas y señala que hay que regularse todos y que es posible (y deseable) abrir las cooperativas para las sociedades anónimas, “podemos trabajar con empresas capitalistas”.
Aquí la primera entrevista de la serie “Cooperativismo Hecho en México, a debate”.
Queremos empezar la charla preguntado por ti. ¿Primero qué eres? ¿Dónde estás parado?
Yo te diría que estoy en una parte final en el cooperativismo, el 31 de mayo concluyó mi ciclo como director de Caja Popular Mexicana, ya tenía un año preparando esta salida. Siento la necesidad de participar en otros sectores también. Después de que tomé esa decisión me invitaron a participar aquí en Concamex y este reto lo estoy asumiendo por un periodo máximo de dos años y estamos tratando de aplicar lo que hemos conocido tanto a nivel continental como mundial y estoy plenamente convencido de que el cooperativismo es no la única, pero si una de las mejores soluciones para el desarrollo de las personas.
¿Qué modelos cooperativos en el mundo te llaman la atención por sus logros sociales?
Antes pensaba que en los países de más tendencia al capitalismo el cooperativismo no tenía mucha presencia, pero en los 10 países más desarrollados el cooperativismo han tenido una influencia importantísima, por ejemplo en EU el cooperativismo tiene un amplísimo desarrollo, allá en cada empresa importante todos los trabajadores forman parte de una cooperativa de ahorro y crédito. Igualmente en Japón la agricultura no sería tan desarrollada si no existiera el cooperativismo. Sin el cooperativismo seguramente Alemania no hubiera superado los problemas de las guerras mundiales.
¿Pero no crees que también exista algo en aquellos países como las políticas públicas que hayan fomentado y fortalecido su modelo cooperativo?
Es indudable, en eso vamos rezagados entre 30 y 50 años. Lo que ahora estamos viviendo en ahorro y préstamo de que si nos regulamos o no nos regulamos, en Canadá lo pasaron entre 1920 y 1930, en EU hace 50 o 60 años ya quedó superado ese tema, en Alemania o Inglaterra lo superaron hace décadas. Esto forma parte de las políticas públicas para en primer lugar reconocer a los sectores, la economía social ahí ha estado en el artículo 25 y nadie le ha dado atención, y creo que en la medida en que el Gobierno vaya reconociendo la importancia de estos sectores, va a haber política pública, normatividad adecuada y va a facilitar las cosas.
Ahora que mencionas si se regulan o no, le podemos entrar a temas más locales… ¿cuál es el estado de salud de las cooperativas de ahorro una vez que pasaron las reformas financieras y hacendarias y el proceso de regulación?
Todavía el tema no está resuelto. En el propio sector tenemos posiciones muy distintas entre las diferentes cooperativas y organismos porque no es sencillo llegar a un punto de consenso. Yo soy de los que han creído que es necesario que todas las cooperativas estén reguladas.
¿Todas?
Todas.
¿Las básicas?
Todas, todas. Yo creo que eso es fundamental porque el problema es que las cooperativas tenemos una responsabilidad todavía mucho mayor que los bancos y otras entidades financieras porque estamos trabajando con la gente más pobre del país y somos los primeros obligados en proteger su ahorro. Para eso tenemos que cumplir normas básicas; por ejemplo cualquier cooperativa de ahorro está obligada a tener al día la información, la contabilidad, no podemos darnos el lujo de que nos tardemos semanas o meses y no saber cuánto tiene ahorrado una persona, cuanto tiene ganado de intereses, y si le dimos un préstamo cuánto debe.
Las cooperativas no podemos estar inventando nuestros propios esquemas de regulación, durante 40 o 50 años lo hicimos pero es una responsabilidad del gobierno ayudarnos para que haya una regulación y una supervisión adecuada. El fondo de todo esto es que sí debe haber regulación pero debe reconocerse la naturaleza social de las cooperativas. Ahí es donde tenemos problemas porque luego el gobierno nos quiere aplicar la misma regulación y supervisión que le aplica a la banca comercial.
Este par de años (2014 y 2015) van a ser fundamentales porque es donde finalmente tenemos que aplicar los resultados de todo este esfuerzo de la regulación y supervisión, y el sector se tiene que consolidar. Lamentablemente no todas las cooperativas que hay en el país tienen las condiciones para sobrevivir y aquí lo más importante es que no se pierdan esos socios sino que logremos que esas personas que son cooperativistas se trasladen a otra cooperativa para que sigan teniendo acceso al ahorro y al crédito.
¿Es muy caro para una cooperativa cumplir con la regulación?
Sí es costoso, porque el hecho de que cada cooperativa así sea muy pequeña deba tener una administración al día obliga a poseer un sistema básico, muy elemental, luego hay que estar cumpliendo con todos los indicadores financieros del índice de capitalización, que la cartera vencida no sobre pase los indicadores, hay que ir creando reservas, entonces hace que la cooperativa tenga gastos que a lo mejor no tenía contempladas cuando estaban desrreguladas.
Aquí justamente es donde el Gobierno debe entender que estos son procesos lentos, que no puede ser de un día para otro, que tiene que ser un proceso gradual y debe apoyar al sector con un subsidio temporal para que pueda adaptarse y tener esa etapa de transición.
¿Qué pasa con estas poblaciones que pierden a su cooperativa porque no les alcanza para costear la regulación?
Tenemos que encontrar ese punto de equilibrio donde no desaparezcan los esquemas de ahorro y crédito en esas poblaciones más alejadas pero que sí tengan un mínimo de seguridad.
Como Concamex no estamos promoviendo que desaparezca el ahorro y el crédito en esos lugares pero que haya mínimos de seguridad, el gran problema es que cuando desaparece una de esas cooperativas no se habla solamente de esa cooperativa sino que en general se dice que el cooperativismo tiene problemas.
¿Cómo viene la regulación para las cooperativas de primer nivel?
Tiene que partir de los mismos indicadores que existen para las cooperativas reguladas y supervisadas pero dándoles una flexibilidad mayor, por ejemplo el índice de capitalización a lo mejor lo que vamos a buscar es que haya una gradualidad, no las mismas exigencias que para las cooperativas ya autorizadas, pero sí permitiendo que ese capital se vaya logrando en los primeros 3 o 5 años. También la cartera vencida vamos a buscar que sea acorde a cada cooperativa, al lugar donde se desarrolle.
¿Como tiene que ser ese reconocimiento de la naturaleza social de las cooperativas desde las leyes?
A veces pensamos que o somos sociales o somos empresa, y no, lo que hace la cooperativa es que integra la parte empresarial con la parte social, utiliza el capital pero no le da la prioridad como se lo dan las sociedades anónimas, le da la prioridad a las personas pero utiliza el capital para beneficiar a la colectividad, lo que realmente tenemos que entender es que si queremos desarrollar al país más equilibrado la economía social tiene un rol fundamental, si esto se traduce en políticas públicas tenemos que reconocer esas formas de organización social que son distintas a las tradicionales, pero los que estamos en la economía social también tenemos la responsabilidad de lograr que nuestras organizaciones sean sustentables porque a veces en el sector social hacemos que nazcan muchas organizaciones sociales pero las creamos para que tengan subsidios de Gobierno.
¿Pueden las cooperativas de ahorro y préstamo convertirse en el motor que financie los proyectos del sector social de la economía?
Yo te diría que hacia eso estamos llamados. Todas las cooperativas de cualquier sector tienen la necesidad de financiamiento, y a dónde están yendo a conseguir esos recursos, están yendo o a los programas de gobierno o a los bancos, pero no están yendo a las cooperativas de ahorro. Tenemos un problema legal en el país, somos de los pocos países donde la Ley General de Sociedades Cooperativas dice que los socios tienen que ser personas físicas, eso es un error, las cooperativas de cualquier tipo podrían ser socios de una cooperativa de ahorro y crédito para que éstas les pudieran prestar.
¿Cómo debe decir la modificación a la Ley para evitar poner en riesgo a las propias cooperativas?
Yo sé que es uno de los temas de debate, en lo personal pienso que tenemos que tener una mente más amplia, porque cuando hablamos de economía social no estamos hablando solamente de cooperativas, estamos hablando de otras empresas que le dan mucha más importancia al enfoque social, por ejemplo en España incluso hay sociedades anónimas que forman parte de la economía social , que tienen la característica de la SA pero que ellos deciden darle una orientación social a la empresa y forman parte de la economía social, yo creo que debemos tener una apertura mayor.
Yo sé que esto que voy a decir no les gusta a muchas personas, siento que podemos trabajar con empresas capitalistas y podríamos hacer que esas empresas capitalistas en vez de que fueran extremas en su concepción de ganar y ganar siempre, tuvieran una orientación social.
Yo soy de los que cree que debemos tener más apertura y tener como socios a personas morales de cualquier tipo en una cooperativa, siempre y cuando al ser socios de la cooperativa estén dispuestos a aplicar los principios y valores de una cooperativa. Justamente ahí está la gran diferencia, ¿porqué no aceptar una sociedad anónima como parte de una cooperativa si se compromete a aplicar los principios y valores cooperativos?
¿No existe un riesgo de que la empresa al asociarse modifique la visión filosófica que tiene la cooperativa?
Yo creo que no existe el riesgo por una simple razón, adentro de la cooperativa no cuenta el capital, adentro de la cooperativa el principio es un hombre un voto, y si tu tienes como socio a una empresa aún cuando tenga gran capital, adentro de la cooperativa no cuenta por cuánto vale, por eso creo que sí hay maneras de equilibrar todo eso dentro de la cooperativa.
Pero te lo pongo más sencillo, te planteé esta visión más amplia, global, pero estoy de acuerdo en que diéramos un primer paso, y que en una primera etapa solamente se aceptara que fueran socios de una cooperativa a personas morales del sector social, creo que sería un paso importante y eso sí permitiría que fueran socios de una cooperativa otra cooperativa, creo que sería una muy buena solución en una primera etapa.