Es la alternativa al modelo de producción de espacio mercantilista.
Foto: Cooperativa Acapatzingo
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 03 de octubre de 2017
Organizaciones sociales y del movimiento urbano popular clamaron por una reconstrucción en la CDMX, Morelos, Puebla, Oaxaca, Chiapas y Guerrero con Producción Social del Hábitat (PSH), el cual definieron como la “alternativa al modelo de producción de espacio mercantilista”.
Habitat International Coalition (HIC-AL), Cooperación Comunitaria, Movimiento Urbano Popular de la Convención Nacional Democrática, Observatorio Vecinal de la Colonia Juárez, entre otras organizaciones, lamentaron la ausencia o poca contundencia de políticas que reconozcan a las mencionadas viviendas no lucrativas.
En el contexto del “Día Mundial del Hábitat o Día mundial de lxs Sin Techo”, las organizaciones destacaron que la reconstrucción post temblores debe respetar los derechos humanos y con perspectiva social, “lo que implica declarar una moratoria urbana”.
Urgieron contar con un “registro oficial fidedigno de personas desaparecidas” y no permitir la entrada de maquinaria para demoler inmuebles en tanto éste no exista y no haya una estrategia de búsqueda, comunicación y entrega de los restos a los familiares.
Pidieron garantizar la permanencia y seguridad de los capitalinos a través de actualizar y hacer público el Atlas de Riesgo de la CDMX y respetar el arraigo de los pobladores que perdieron sus viviendas; respetar la seguridad de tenencia de la población afectada incluso los que tengan únicamente derechos de posesión.
Exigieron impulsar un fondo multiactor (en lugar de los fideicomisos privados) donde participen afectados, sociedad civil y academia, para gestionar los fondos de la reconstrucción con transparencia y sin clientelismos ni corrupción.
Además, realizar un Observatorio Social de la Reconstrucción que tenga la información sobre daños en inmuebles y de seguimiento a las intervenciones que se llevan a cabo para hacerlas habitables, recuperar experiencias del sismo de 1985 y usar la figura de “expropiación de utilidad pública”.
También pidieron respetar y tomar en cuenta las técnicas constructivas ancestrales, materiales locales, como el adobe, que significa un patrimonio cultural con valor cultural, paisajístico y ecológico y se permite estudiar el comportamiento del material para mejorar su resistencia.