Reforma constitucional no contempla el derecho al territorio.
Con 128 votos a favor de parte de todas las fuerzas políticas del Senado de la República, anoche se aprobó la reforma constitucional al artículo segundo que otorga el reconocimiento como sujetos de derecho público a pueblos originarios y afromexicanos.
Lo aprobado establece que la nación mexicana se sustenta en la grandeza de sus pueblos originarios y tiene una composición pluricultural y multiétnica, obliga al Estado a garantizar su cultura e identidad, y reconoce su derecho a ser consultados sobre medidas administrativas o legislativas que los afecten.
Sin derecho al territorio
La reforma “es un paso importante, pero no será posible ejercer de manera plena la libre determinación sin el reconocimiento pleno al territorio de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas”, dijo la Alianza por la Libre Determinación y la Autonomía (ALDEA) organización con representación de pueblos originarios y afromexicanos de 19 estados del país.
Se ha documentado que la reforma tiene su origen en la iniciativa que presentó el Ejecutivo el 5 de febrero de 2024, sin embargo no es la misma que le fue entregada el 28 de septiembre en Sonora producto de 53 foros regionales en 27 estados y que contemplaba reformar 15 artículos constitucionales y reconocimiento a los derechos a la representación política, del territorio y recursos naturales.
Cuando la iniciativa fue presentada al Congreso en febrero de este año, fue calificada por el especialista en derecho de pueblos originarios, Francisco López Bárcenas, como mutilada. El abogado mixteco señaló también que la iniciativa era una falta de respeto a los pueblos que participaron en los foros regionales convocados por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.
Camino a resarcir deuda histórica
Anoche, al momento de aprobar la reforma en el pleno del Senado, la presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, Ernestina Godoy, afirmó que “caminamos en el sentido correcto para resarcir la deuda histórica con los pueblos y comunidades indígenas y afroamericanos, que desde la colonia han padecido el despojo y explotación de sus territorios, así como la discriminación de sus culturas e identidades por parte de la sociedad en general”.
La legisladora señaló que es “de la mayor importancia es el reconocimiento a los derechos de las mujeres indígenas y afromexicanas a participar de forma sustantiva en las decisiones de sus comunidades”.
Una vez aprobada, la reforma constitucional fue remitida a los congresos locales para que se procese y en su caso se apruebe al lograr la mayoría de los congresos que la avalen. En la mañana de este miércoles 25 de septiembre, el Congreso de la CDMX votó por unanimidad en favor de ella.
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