También en Colima se hace economía solidaria

Con un par de mercados verdes y solidarios, y otros más en ciernes, Colima muestra que las economías solidarias florecen. Ejemplo es “El tianguis La Comuna”, en donde lo orgánico, lo local y el comercio justo son los valores imprescindibles.


Pablo Correa
Ciudad de México // 08 de mayo de 2013

Con la participación de alrededor de 100 productores que se reúnen cada último sábado del mes, se lleva a cabo el tianguis orgánico “La Comuna” en el poblado de Nogueras, Comala (sí, allá donde Pedro Páramo).

Con la oferta de pequeños productores de miel, hortalizas, zarzamora, arándano y demás, este mercado trabaja bajo tres estándares que sus participantes deben cumplir. Así, lo orgánico, lo local y el comercio justo son los valores supremos de este visitado tianguis enclavado en una zona turística.

Angélica Rocha Sandoval, quien coordina actualmente el tianguis “La Comuna”, explica que “uno de los objetivos es cerrar la brecha entre el consumidor y el productor”.

Desde su arranque a finales de 2011 “La Comuna” ha visto crecer las filas de participantes, por lo que a la fecha existe una larga lista de espera de productores que tienen la intención de colaborar y que aguardan una evaluación.

Además de los productos agrícolas, este tianguis ha dado espacio a otro tipo de expresiones que están en la sintonía de los valores de las economías solidarias. Artesanos, productores de cerveza artesanal y productos ecológicos como pañales lavables.

Félix Rogelio Flores, profesor y director de la escuela de mercadotecnia, y quien además de dar clases en la especialidad de gestión ambiental, produce y vende miel en “La Comuna”, explica que “aquí el fin no es el consumo por el consumo, sino que tengan un enfoque de sustentabilidad con características orgánicas, trabajo con materiales reciclables y la modalidad del trueque de productos y servicios”.

El trueque de libros está presente a través del colectivo de jóvenes “El cuervo de tinta”, quienes por primera vez participan en el tianguis. “Buscamos promover la lectura de calidad, intentamos que sea para todo mundo, autores clásicos, investigación, literatura colimense y lo más variado posible”, dice Rafael Santos, integrante del colectivo.

Uno de los proyectos que están abarrotados desde que se abre “La Comuna”, es el espacio de la cerveza artesanal Capacha. Esta cerveza que lleva el nombre de una cultura prehispánica asentada en Colima, tiene unos dos años produciéndose para los amigos y un año comercializándose en el tianguis.

Sergio Solís, unos de los impulsores de este proyecto, se refiere a la cerveza artesanal como un producto vivo, y define a “La Comuna” como un lugar de oportunidad para todos los productores artesanales.

Este tianguis debe su éxito a la conjunción de varios actores. Por una parte el Centro Universitario de Gestión Ambiental (CEUGEA) de la Universidad de Colima, quien en 2011 organizó una serie de talleres en comunidades para cultivos orgánicos y como parte del cierre, decidió hacer un punto de venta.

Indira Nereida Cervantes y Noelia Quilez de Creación de Ideas A.C. , fueron quienes promovieron la primera expresión que antecedió a “La Comuna” y que se denominaba el “Mercadillo Solidario”. Este proyecto probablemente pionero fue un espacio itinerante que se realizaba con el fin de que la gente ejerciera el comercio justo de sus productos.

“Los mercadillos se realizaban en la noche, por la vibra que se tenía, y en el último mercadillo de noviembre, nos compartieron la parte de la coordinación de “La Comuna” y la difusión”, dice Indira Nereida Cervantes, quien también participa en la organización del mercado.

Así, con una producción orgánica que realizaban alumnos provenientes de comunidades y la iniciativa de académicos del CEUGEA, combinada con la experiencia compartida del “Mercadillo Solidario” en diciembre de 2011 nació el tianguis “La Comuna”, una de las expresiones más visible de la economía solidaria en Colima.

“Empezó a correrse la voz, a crecer la asistencia de expositores y participantes que se decidió ubicar el último sábado de cada mes para poder aterrizar esta serie productos”, narra Angélica Rocha.

Ahora el reto principal para “La Comuna” es el de buscar esquemas que revisen de manera más minuciosa y periódica la forma en que se elaboran los productos que ofertan en el tianguis. Pues aunque muchos proyectos productivos han sido impulsados por el CEUGEA, no hay una certificación orgánica todavía, por lo que cobra sentido alguna figura de certificación participativa que los coordinadores ya comienzan a visualizar.

Además del tianguis “La Comuna” en Nogueras, dentro de Colima se desarrolla otro mercado que practican el comercio justo, es el Mercado Verde que se lleva a cabo en dos sedes. Una en la Piedra Lisa en la Ciudad de Colima, y una segunda sede en el Municipio de Villa de Álvarez.

A la par de estos mercados, comienzan a escucharse de otras iniciativas en Manzanillo, en la comunidad del Trapiche. Incluso ya se coordinan mercados regionales en poblados como Cuauhtémoc y Quesería

“Queremos hacer un trabajo de fondo con las personas que organizan los tianguis y personas que participan como productores”, dice Indira.

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