“Este es un espacio que fortalece la comunidad para ofrecer comunidad”.
Colaboración especial de Klara Meyra
Ciudad de México // 14 de Diciembre de 2016
Son las doce del día en las faldas del Cerro del Tepozteco, las sonrisas y el trabajo cooperativo han hecho posible la apertura de un espacio solidario que expresa los esfuerzos de más de quince productores de Morelos, Puebla, Guerrero y Oaxaca, se trata de la Tienda Tumista de Tepoztlán, la idea es que el espacio se extienda y se diversifique.
Su origen es el resultado de diversas reuniones entre personas que se han acompañado desde hace doce o trece años, y una de las grandes motivaciones ha sido reconocer la labor de los promotores de la moneda social Túmin de Espinal, Veracruz, en quienes se inspiraron para hacer un centro de intercambio, una de una red de personas que desarrollen formas de economía más justa y solidaria.
Jack Krakaur, uno de los principales promotores del Túmin y la Economía Social de Tepoztlán, nos comparte la motivación por la cual decidieron fundar este espacio en el este hermoso pueblo mágico.
“Nuestro principio es que todas las personas producimos algo, ya sea un bien, producto o servicio, al mismo tiempo que consumimos. La idea es facilitar el intercambio por medio de monedas sociales, ya sea a través del dinero solidario, trueque o la palabra”.
Uno de los principales fines de este espacio es impulsar a los productores locales a través del Túmin, la invitación es que la gente gaste sus túmines, y empoderar a las organizaciones productoras, el túmin la moneda se da como cambio o como descuento.
¿Por qué una tienda tumista en Tepoztlán?
De acuerdo con Jack Krakaur, este pueblo mágico historicamente ha estado conformado por gente muy consciente de sus recursos naturales y sus tradiciones: “Un ejemplo es el del año 1994 con la suspensión de un megaproyecto como un club de golf, en donde la inversión sería millonaria, y ni con todas las palancas políticas se echó a andar, pues se vino abajo gracias a la organización de la gente, esto le costó su puesto al gobernador del estado”.
Durante algún tiempo, como un año, se formó como un ayuntamiento libre y por acuerdo de sus habitantes, a través de usos y costumbres, se decidió que no entrara dinero del estado y por pura autogestión se pagaron a los barrenderos, servicios de limpieza entre otros, sólo de las entradas que ingresaban sus habitantes.
Tepoztlán, en los últimos años han comenzado a vivir personas que están muy en sintonía con los derechos de la madre tierra, con el comercio justo y con alimentarse de manera sana, entre ellos artistas, intelectuales y personas que desean vivir de otra manera.
“Creímos que Tepoztán es un espacio ideal para la consolidación de este proyecto. Hicimos un sondeo del nivel de consumo orgánico que existe en lo local, ubicamos que somos más de 300 familias actualmente, con quienes podemos comenzar a desarrollar la tienda”, dice Jack.
Jack mira alrededor de la tienda, entre el intercambio de palabras y de trabajo traducido en productos sanos y comenta: “No hay nadie que gane un peso por esto, la idea es que entre todas paguemos el espacio y distribuyamos los costos, para apoyarnos unos a otros”.
Entre las organizaciones que integran el espacio se encuentran la cooperativa Numa Gamaa Ski Yu, de la que es parte Margarita Muciño Muciño, ella nos comenta que trabajan en la Montaña Alta de Guerrero con 428 socios indígenas en Zacatepec y en Ayutla de los Libres.
“Tenemos una producción diversificada como: miel, jamaica, ajonjolí, plantas medicinales. Nuestro propósito es recuperar el suelo de la región de alta marginación y pobreza, trabajamos con campesinas y campesinos indígenas porque tienen la fuerza, en nuestra sociedad hemos perdido la cultura, el ser colectivo y dejar respirar a la madre tierra”.
“Este es un espacio que fortalece la comunidad para ofrecer comunidad”, agrega.
Otro de los productores que se involucran en el espacio es Iván Jesús López Jiménez, estudiante de ingeniería en Acatzingo, Puebla, productor de alga espirulina. La economía solidaria me parece sana y una economía justa, y el hecho de consumir lo nacional aporta para fomentar el crecimiento y bienestar en nuestro país”.
Otra de las organizaciones que integran el espacio es la asociación civil Mundo Verde, uno de sus integrantes Ramón Huízar, ubica que el sentido de esta tienda es “sobre todo incentivar los procesos de moneda social, queremos integrar una maquinaria desde nuestra plataforma digital de tal manera que podamos generar mecanismos que puedan desmonetizar y sobre todo generar vínculos entre los consumidores y los productores.
Entre las emociones y sonrisas, el aroma a albahaca, yerbabuena, y los colores que iluminan el local de adobe uno de los productores de Acatzingo, Puebla, Clemente Sánchez Fuentes, del grupo de agricultores y apicultores, expresa contento que “estamos articulados con el Túmin, y procuramos crecer en la producción orgánica en todos nuestros productos, este espacio nos exige que nuestra producción sea cada vez más orgánica”.
En palabras de Jack Krakaur, este espacio es una forma de promover que las personas y colectivos: “coman, piensen y sientan sano y que con esto se pongan en armonía consigo mismos y con el universo. El propósito es aportar para cambiar el pensamiento de miedo a un pensamiento de alegría; lo que pensamos, lo que decimos y lo que comemos, en este sentido es que consumamos productos regionales, nacionales, lo más orgánico posible y evitar productos procesados con glutamato monosódico, flúor o aspartame, en realidad cualquier aditivo, colorante y conservador”.
La Tienda Tumista de Tepoztlán nos invita a conocer más experiencias de resistencia, a visitarla y de paso reconocer la magia y fuerza del Cerro del Tepozteco, a caminar las calles de un pueblo que busca trascender discursos para hacer realidad la solidaridad, la salud y la alegría de los pueblos.
Foto: Klara Meyra
