Se captura directamente el hollín emitido por los escapes de los vehículos automotores.
Foto: Graviky Labs
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 20 de junio de 2017
Tintas de alta calidad hechas con partículas de contaminación atmosférica son idea de Anirudh Sharma, graduado del Massachusetts Institute of Technology (MIT), quien construyó el primer prototipo de filtro para capturar la contaminación y fabricar la tinta a partir del hollín, que usualmente termina contaminando la atmósfera.
Anirudh explica que todo comenzó como un experimento en el MIT Media Lab, donde buscaban ejecutar una impresora de mano que usara el hollín de una vela, el prototipo se expuso en varias conferencias y la idea entusiasmó a ecologistas y artistas.
En el 2014, el filtro prototipo se usó en dos ciudades de la India afectadas por altos niveles de contaminación: Delhi y Bangalore.
Mientras estaba en el MIT Media Lab, Anirudh se hizo una simple pregunta, ¿cómo convertir algo tan feo como la contaminación del aire en algo tan útil como la tinta?
Tres procesos para producir AIR INK
Anirudh actualmente dirige su propia empresa, Graviky Labs, integrada también por Nikhil Kaushik, Nisheeth Singh y Nitesh Kadyan, entre otros profesionistas cofundadores.
Mientras las tintas comunes de color negro a base de carbono se fabrican a través de la quema deliberada de combustibles fósiles, Graviky Labs se encarga de fabricar la tinta AIR-INK, como la nombraron, mediante un proceso de tres pasos.
En primer lugar usan su propio dispositivo, llamado Kaalink, filtro que se adapta a los tubos de escape de los vehículos y generadores, con el que capturan el hollín emitido.
En el segundo paso, el hollín que recogen se somete a varios procesos, patentados, para eliminar metales pesados y elementos cancerígenos, obteniendo como producto un pigmento rico en carbono purificado.
Finalmente, el carbono se transforma, explica Anirudh, “utilizando procesos industriales estándar para crear tintas que sean tan seguras como cualquiera otra en el mercado”. Así surge el AIR-INK.
Con sólo 45 minutos de emisiones capturadas por el dispositivo, se puede producir una onza de tinta liquida, suficiente para llenar una de las plumas que ofrecieron a través de la campaña de fondeo realizada en la página web de Kickstarter.
Huella ecológica impresa a nivel mundial
Su participación en Kickstarter fue exitosa, Anirudh decía que la campaña, recientemente finalizada, permitiría ampliar la escala de producción de la tinta y “formar una comunidad creativa de seres humanos que esperan hacer el mundo un poco más sostenible y hermoso”.
Artistas que han hecho uso de las tintas y accesorios creados por Graviky Labs, compartieron su experiencia. Dibarah Mahmoob, ilustradora de Dhaka, Bangladesh, declaró que “necesitamos el arte no sólo para la belleza, lo necesitamos para fines sociales y políticos”.
Por su parte Sneha Sreshtha, del Instituto del Sur de Asia en la Universidad de Harvard, comentó que “escribí con tinta hecha de 3 horas de contaminación de Bangalore, India, lo que dio a mi arte un mayor propósito”.
Finalmente Kristopher Ho, muralista de Hong Kong, señaló que “AIR-INK ofrece una opción respetuosa con el medio ambiente para los creativos y es de alta calidad”.
Con información de Kickstarter.
