“A pesar de los ataques, continúan la lucha en defensa de su territorio”.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 11 de marzo de 2019
En Oaxaca existe una violencia estructural contra mujeres campesinas e indígenas que defienden su territorio, invisibilizada por el escaso acceso a medios de comunicación, destacó Ana María García, integrante de Educa Oaxaca.
Un caso emblemático fue el atentado que sufrieron activistas comunitarios en contra de la instalación de la minera Cuzcatlán en San José del Progreso, Valles Centrales. Uno de los dirigentes opositores, Bernardo Vázquez, perdió la vida, y su pareja, la activista Rosalinda Canseco, resultó lesionada al recibir varias balas en una de sus piernas.
La activista comentó que para contrarrestar estas agresiones se creó hace unos años una Defensoría de los Derechos Humanos en Oaxaca, la cual ha servido para la disminución de conflictos y agresiones en contra de activistas sociales.
La también defensora del territorio, Carmen Santiago Alonso, señaló que estas agresiones han impactado negativamente en la vida de las compañeras, pero a pesar de esto la labor de defensa continua. “La persecución, la difamación, ha hecho mella en la vida de las compañeras defensoras, pero no por eso ha cesado el proceso, no ha cesado para nada la intervención de las compañeras”, apuntó.
Según un informe ciudadano publicado en marzo del año pasado, las agresiones a mujeres defensoras aumentaron de 189 en 2015 a 320 en 2016.
El informe argumenta que existe una negativa sistemática del Estado para investigar y sancionar a los agresores. En cifras oficiales, la Fiscalía General del Estado dijo investigar 46 agravios a defensoras y defensores de derechos humanos cometidos entre 2015 y 2017. Sólo tres fueron judicializados, y solamente en un caso existe una orden de aprehensión, de la que no se informa si fue o no ejecutada.