Foto archivo Panamedica
El conflicto del Centro Social visto desde los médicos.
Por Isaac Deneb Castañeda Alcántara y Gerardo Rubio Alcántara.
Ciudad de México // 27 de agosto de 2012
Primer momento:
Cooperativa de salud Panamedica. Un sueño de salud colectiva tan grande como la ciudad y sus habitantes.
• ¿Quién es y que hace Panamedica?
Panamedica es muchas cosas diferentes para mucha gente. No es que como los adolescentes, cambie de gustos a cada rato; o como los políticos o los futbolistas que cambian de partido o equipo a cada rato. Tampoco es que nos sintamos tan originales que nadie nos comprende o tan inacabados que aún no sabemos que somos. Bueno tal vez ese es un buen comienzo, somos un grupo de médicos, psicólogos, dentistas y otros profesionales de la salud que desde hace 5 años nos unimos para hacer algo con nuestro oficio fuera de la lógica del gobierno –que trata con miseria y desprecio a las personas enfermas-; pero también fuera de la lógica de las empresas privadas que, por decirlo claramente para ahorrarnos tiempo, lucra con la salud y la enfermedad de la gente, sin ética ni interés social por nada que no le de ganancia económica o poder.
Eso es, somos chavos con una profesión que queremos hacer un cambio poco a poquito en la salud de las personas, de manera organizada y sin perseguir el lucro, somos una cooperativa de salud. Pero como mucha gente aún no sabe qué es una cooperativa y mucho menos de salud, somos cosas diferentes para nuestros usuarios –aquí no existen pacientes ni clientes-, nuestros vecinos, nuestros familiares y amigos, nuestros profesores, nuestros colegas e incluso nuestras autoridades.
¿Qué es Panamedica?
Usuarios: Una clínica del Centro Social donde jóvenes doctores cuidan mi salud, tratan mi enfermedad y me enseñan sobre temas de salud.
Vecinos: Son los consultorios que están en el Centro Social donde cobran barato pero muchos dicen que no son de la delegación.
Familia y amigos: Un proyecto muy noble para que los jóvenes que son médicos se autoempleen.
Profesores: Es el proyecto de unos egresados que se están autoempleando bajo el esquema de las cooperativas.
Colegas: Una clínica de unos chavos que quieren cambiar al mundo, dicen que no lucran pero de todos modos cobran.
Autoridades: No sabemos muy bien pero me parece que son una cooperativa creada por la secretaría del trabajo para dar empleo a chavos que son médicos.
Nosotros mismos: Una alternativa social y solidaria para prestar y consumir servicios de salud.
Eso no significa que no nos importe lo que la gente entienda que somos. Nos importa mucho decir una y otra vez que somos una cooperativa de salud, pero sobre todo nos importa que vengan, nos conozcan, se sumen al proyecto cooperativo y nos ayuden a hacerlo en grande ¿Qué tan grande? Tanto que sea capaz de proteger a la gente de los problemas que hoy viven y viviremos cada vez más, desencadenados por la abierta privatización del derecho irrestricto a la salud.
• ¿Cómo llegó Panamedica a la Villa Panamericana y porque se desarrolla en su Centro Social y Cultural?
En nuestro origen, creemos que somos como los medicamentos multivitamínicos. No llegamos de un solo lado ni llegamos todos para surtir el mismo efecto. Es decir, algunos de nosotros llegamos de proyectos universitarios que ya trabajaban el tema de la salud popular y colectiva, otros venimos de la mítica huelga del 99 en la UNAM y muchos otros venimos de iniciativas locales e incluso familiares que promueven la participación social para el bien común. La verdad ninguno había pertenecido a una cooperativa pero todos tenemos en común este gusanito por hacer que las cosas cambien a través del esfuerzo de todos.
Nos volvimos cooperativa cuando llegamos a la Villa Panamericana, y es que aquí hace mucho tiempo se promovían proyectos sociales y culturales para el beneficio de los vecinos -justo por ellos mismos-, así hubo gente que en su momento administraba el centro social y al invitarnos a desarrollar nuestra propuesta de salud nos enseñó del cooperativismo.
¿Ustedes habían oído hablar de una cooperativa de salud? Nosotros tampoco pero nos gustó la idea y como los cooperativistas del Centro Social nos habían invitado a trabajar en él para proporcionar servicios de salud a los vecinos -sin lucro pero sin hacer caridad-, decidimos comenzar a trabajar con ellos. Así llegamos al Centro Social y bajo reglas muy claras de trabajo como autonomía y autosuficiencia es que comenzamos a dar consultas médicas, que luego fueron también dentales, psicológicas, de optometría, de nutrición, incluso de especialidades como pediatría, ginecología, psiquiatría y hasta de medicina deportiva.
Ahora tenemos un proyecto grande, con varios consultorios y farmacia, muchos dicen que ya somos una clínica y que para cuando nos hacemos hospital, lo cierto es que como desde el inicio, nosotros trabajamos y crecemos en la medida que la gente nos marca las necesidades y la comunidad trabaja con nosotros.
• ¿Hacia dónde va este proyecto y qué pasos firmes ha dado?
Panamedica es una semilla de una especie llamada salud solidaria, fue sembrada hace 5 años y ya tiene raíces; incluso ha liberado semillas que ya se sembraron en el bajío, el norte del país e incluso en el mismo DF y aunque su tronco ya no se rompe con facilidad, aún es muy joven y no ha dado sus mejores frutos.
De cuando empezamos a ahora contamos con muchas cosas que algunos llaman “indicadores de impacto” que como su nombre lo llama, indican que estamos impactando, pero que para nosotros no dicen todo ni lo más importante.
Tenemos por ejemplo un crecimiento importante de fuentes de autoempleo, un patrimonio propio que asciende a los 500,000 pesos -cuando empezamos con tan solo 25 mil y prestados-, no tenemos deudas de ningún tipo, contamos con un espacio de 4 consultorios, un salón de usos múltiples y sala de espera, además de una farmacia y una pequeña bodega, todo equipado para dar la mejor atención; contamos con un directorio de más de 1,000 usuarios que frecuentan el servicio y logramos dar anualmente más de 10,000 atenciones, entre los 12 a 15 profesionales que actualmente integramos la cooperativa.
Pero como decía hace un momento, todo lo anterior no es lo más importante, en realidad nuestro tesoro más valioso es otro: tenemos un plan único y a prueba de errores para lograr que toda la gente de la Villa Panamericana, de la delegación Coyoacán, del Distrito Federal e incluso de todo el país –sí, de todo el país- pueda formar parte de una o varias instituciones que cuiden y promuevan su salud sin faltar al derecho legítimo que todos tenemos de ser protegidos en nuestra salud.
En estos días justamente, estamos preparando un informe-petición dirigido a la Secretaría del Trabajo para que nos ayude a implementar un sistema electrónico de información para gestionar nuestro trabajo y llegar a la red de cooperativas de Coyoacán y Tlalpan, ahorrando papel, transporte y otros recursos, es decir: sin agredir al medio ambiente.
Segundo momento:
La historia de las sillas y el eterno retorno de lo mismo.
• ¿Qué pasa hoy en la cooperativa Panamedica y el Centro Social?
Una bella canción, llamada “historia de las sillas” del cantautor cubano Silvio Rodriguez, relata una historia que viene muy al día para nuestra cooperativa.
De modo muy general cuenta: que cuando uno anda un camino, eventualmente se encuentran sillas que a uno lo invitan a parar. Luego dice que a veces, con la fatiga y el desgaste, uno puede verse tentado a descansar “…pero vale la canción buena tormenta, y la compañía vale soledad, siempre vale la agonía de la prisa, aunque se llene de sillas la verdad”.
Viene mucho al tema pues también entre las historias que a 5 años podemos contar, tenemos muchas de sillas que nos han invitado a parar. Ahora justamente vivimos desde hace unas semanas una declaración violenta de un grupo de vecinos con antecedentes conflictivos.
Ellos, no más de diez y en otro momento representantes locales de la comunidad; se han aliado para apropiarse de la administración del inmueble llamado “Centro Social y Cultural de Villa Panamericana”, en donde nosotros y otros promotores comunitarios realizamos actividades para los vecinos, luego nos han pedido sumarnos a su intención y al rechazarlos han comenzado una campaña de difamación en contra nuestra bajo el lema “Fuera las cooperativas del centro social”, además de que han violentado nuestro espacio cortándonos en varias ocasiones la luz y colocando candados en nuestros accesos.
No es la primera vez que este grupo busca apropiarse de espacios comunes, incluso los mismos vecinos nos han entregado denuncias que han hecho contra esta gente frente a la autoridad local. Por supuesto, nosotros no hemos respondido a las agresiones contra nuestro proyecto pero contamos con un plan de acción que consiste en iniciar una denuncia de hechos contra quien resulte responsable por delincuencia organizada, difamación y despojo; además de arrancar una campaña de información diaria para enterar a los vecinos de la agresión contra nuestro proyecto.
• ¿Cómo explica Panamedica la violencia a su trabajo y sus instalaciones?
Creemos que esta violencia responde a intereses particulares de vecinos que actualmente ostentan cargos de representación popular otorgados por el gobierno local, y que pretenden realizar un abuso de ese fuero o poder. Por supuesto que tenemos evidencia muy clara de lo anterior y por la naturaleza de sus acciones difícilmente podrán evadir las responsabilidades y sanciones a las que la autoridad les obligue.
• ¿Qué impacto tiene este hecho en el proyecto?
Nos representa invertir recursos -tiempo, manos y dinero- en atenderlo para evitar que pueda causar serios daños en la cooperativa. Afortunadamente somos gente de trabajo y ello nos permite dar dos o tres horas más de trabajo a la cooperativa para realizar todas estas acciones de defensa, lamentablemente esta gente es desocupada y a diferencia de nosotros se aparece continuamente, lo que ha comenzado a agotar recursos que en principio no teníamos contemplados para una actividad de esta naturaleza.
Tercer momento:
Llamado a la acción cooperativa y solidaria.
• ¿Cómo saber más?
Por supuesto, esta declaración en contra de nuestra organización nos vuelve partícipes de un conflicto que no buscamos pero que no pretendemos nos haga más daño. Lo que relatamos es una de las dos visiones de los implicados y nos interesa que la gente de la unidad habitacional y nuestros usuarios se acerquen al Centro Social y dialoguen con las dos partes, para tener una idea clara del conflicto y sacar sus conclusiones.
• ¿Qué mensaje queremos transmitir?
Mientras tanto, para todos aquellos que simpatizan con nosotros o son sensibles a nuestro problema, queremos pedirles con apremio todo su apoyo pues como he mencionado antes, los recursos de la cooperativa destinados a este conflicto son limitados y vemos que muy pronto se terminarán, poniéndonos en un relativo riesgo que puede agravarse eventualmente.
En concreto, si alguien o alguna organización quiere apoyarnos, puede ponerse en contacto con nosotros para proporcionarnos recursos en especie (presentados en la lista anexa) o sumarse a la campaña de información que estamos realizando diariamente. Es bienvenida cualquier iniciativa creativa, desinteresada y no violenta en este momento.
Quitamos la venda de nuestros ojos cuando descubrimos que el cooperativismo es medio y fin para promover y defender el derecho irrestricto a la salud y mientras damos nuestro mejor esfuerzo, no daremos un paso atrás en la defensa de nuestro proyecto que es evidencia pura de que otra forma de hacer salud es posible.