Y que nos cae el 20… aniversario de Periodismo Silvestre 

¿Por qué existe un medio como este?  

Más de una vez nos han preguntado, ¿Pensaron que su andar periodístico llegaría tan lejos? La respuesta es no. Solo planeábamos continuar un año más, y luego otro, y así le seguimos. Se nos pasó la mano y ya no sabemos cómo parar esto.

Hace 20 años, en 2005, estábamos en la parte final del desencantado sexenio foxista que había prometido una supuesta transición a la democracia y atrapar peces gordos de la corrupción que, al final, no atrapó nada; pero en los hechos, significó el fortalecimiento del modelo neoliberal y la llegada al poder de un empleado de una trasnacional. 

Para esas fechas, la Ciudad de México se había convertido en una trinchera de los movimientos urbano-populares que, aglutinados en alianzas partidistas, sostenían al Gobierno de la Ciudad de México y varias alcaldías. Veníamos de una huelga estudiantil en defensa de la educación pública y gratuita del que surgió el medio alternativo KeHuelga y, en el marco de la Marcha del Color de la Tierra, convocada por el EZLN en 2001, nació Radio Zapote. Se respiraba esmog y ligera esperanza. Existía la posibilidad de que un proyecto de periodismo comunitario pudiera germinar en una delegación como Coyoacán. 

Silvestres digitalizados
En aquel momento los medios tradicionales tenían prácticas verticales, con órdenes de trabajo gestadas por dueños que no eran periodistas sino empresarios; líneas editoriales que obedecían a intereses económicos y políticos, prácticas que todavía existen en esos medios y que genera una narrativa oficialista. Así que nuestro proyecto periodístico buscó un cauce distinto, se alejó de dichas prácticas y nació de forma casi orgánica lo que bautizamos como Periodismo Silvestre, apoyados en avances tecnológicos como lo han sido el Internet y las plataformas digitales, herramientas que posibilitaron la operación de montones de medios alternativos.

En este camino, de un medio pequeño hecho desde abajo, con toma de decisiones horizontales (decíamos que tallereábamos las notas, es decir, las comentábamos y las pulíamos colectivamente), nuestra línea editorial buscó visibilizar lo que no atendían los grandes medios.

Alineación en 2025

La agenda comunitaria
Encontramos valores periodísticos y reporteamos lo que ocurría en la comunidad: el trabajo del artista comunitario, de la persona que se ganaba la vida con un oficio, de las fiestas populares y las historias que nacían en barrios y pueblos. Lentamente, agregamos a la agenda temas que surgían en las comunidades pero que trascendían a ellas. Así, dimos con el cooperativismo (no solo el institucional sino el que se practica fuera de toda formalidad), la economía solidaria, la defensa de la vida comunitaria, la comunalidad, la soberanía alimentaria y el cuidado del medio ambiente, la casa común. 

Con la práctica aprendimos de la importancia de pequeños medios como el nuestro y de nuestras hermanas de oficio, las Radios Comunitarias. Lo que se escucha en ellas y los lugares a los que llegan es único. Nuestro quehacer periodístico tuvo una relación cercana con la radio, en 2006 la iniciamos por Internet, en 2008 pasamos a Radio Ciudadana del IMER y ahí transmitimos 5 años con temas comunitarios y cooperativos.

Además, varios de nuestros trabajos más meditados han sido para transmitirse en las radios comunitarias, porque las realidades que reporteamos se repiten de diferentes formas en estas latitudes. De las 9 series radiofónicas, 7 han sido elaboradas en alianza con la Rosa Luxemburgo Stiftung y transmitidas en decenas de emisoras comunitarias.

Hoy también nos une la defensa por la libertad de expresión que viven Radio Teocelo y Radio Tosepan Limaxtum. Sabemos que el rol de las radios comunitarias es informar desde el interés colectivo, preservar una cultura y una lengua, comunicar de manera digna y desde su cosmovisión.

La misma cantaleta de los megaproyectos
Dos décadas después, casi no ha cambiado nada. La llamada izquierda partidista llegó al poder en 2018. La expectativa de mejorías para los movimientos sociales, urbanos-populares y para las comunidades era altísima. El fin del neoliberalismo fue solo en el discurso. Con el impulso de grandes megaproyectos, como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico, los ganones son los mismos, pero ahora, con la Ley de la Guardia Nacional, cuidados de verde olivo.  

Además, desde la visión del gobierno, la minería continuó como una actividad prioritaria, pasando por encima de los intereses colectivos de comunidades; en materia de soberanía alimentaria se continuó la importación de maíces transgénicos y se frenó la prohibición del glifosato. 

En cuanto a la Economía Social, no se escuchó a las demandas del sector, y se redujo el presupuesto destinado a su fortalecimiento hasta casi desaparecer al INAES.

En cuanto a los medios de comunicación, a los tradicionales se les ha sumado la proliferación de youtubers, incluidos ahí periodistas que no tienen cabida en medios tradicionales; sin embargo, parece que se han colocado de uno u otro lado de la arena política partidista, dejando, con algunas excepciones, nuevamente de lado lo que se vive hasta abajo, en las comunidades. Sin embargo, también han aumentado el número de medios alternativos, pequeños, con vínculos comunitarios y que usan las nuevas tecnologías y redes sociales, pero para los cuales los temas organizativos y de sustento son todo un reto.

Equipo ampliado de La Coperacha: Coperach@s Solidari@s, colaboradores y fogoneros del diario. Reunión de diciembre de 2024.

Nuestro estilacho
En ese contexto, podemos señalar algunas de nuestras aportaciones silvestres: Sumamos nuestra experiencia autogestiva a la que han generado otros medios cooperativos o colectivos. Construimos una agenda que pone el acento en la organización colectiva y en la economía social solidaria. No hay un grupo empresarial o partidista que nos dicte línea, aportamos en el ejercicio de la autonomía editorial. Diseñamos un sencillo esquema de financiamiento social basado en alianzas con organizaciones, servicios de capacitación, y en una campaña permanente de aportaciones individuales llamada la Coperacha Solidaria

Resignificamos el trabajo periodístico, hecho en talachas infinitas, pero con mezcales. Generamos un medio solidario con la gente y organizaciones que nos rodean, que cumplen el binomio de ser fuente informativa y amistad entrañable. Construimos una cooperativa que no se queda con lograr un beneficio para sus socios, nos sumamos a una vía comunitaria para voltear patas para arriba este mundo. Donde trabajamos sin patrón, libres de solemnidades, sin corbatas o tacones, donde sabemos que no hay lucro ni ganancia y que hacemos La Coperacha porque nos da la gana.

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1 COMENTARIO

  1. Felicidades por estos 20 años y gracias COOPERACHA por ser, estar, acompañar Y VISIBILIZAR… a los que que la identidad y la esperanza nos fue arrebata, a los que no conviene escuchar pero que hacen que este México y sus alrededores terrestres sean una maravilla!

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