Pueblos indígenas y zapatistas viven oleada de violencia por parte de fuerzas armadas y crimen organizado.
El Congreso Nacional Indígena (CNI) convocó a participar en el Día de la Resistencia y Dignidad Indígena el próximo 12 de octubre. A través de un pronunciamiento firmado por decenas de organizaciones sociales y personas involucradas con la resistencia de los pueblos contra la discriminación sistémica y violencia generalizada.
“Las personas y organizaciones que firmamos este documento convocamos a sumarnos a la Acción global por el alto a la guerra contra los pueblos de México y del Mundo, hacia los pueblos zapatistas y hacia los pueblos originarios de México, realizando foros, volanteos, pintas o cualquier acción que contribuya a denunciar la guerra contra los pueblos”.
En conferencia de prensa, el CNI reiteró su postura contra los “megaproyectos”, tales como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico, el Proyecto Integral Morelos (PIM) y el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía. Pues, consideran que estos refuerzan la guerra contra los pueblos originarios, a la que nombran “Narco Estado capitalista”, el cual de principio va contra la vida y las formas tradicionales de vivir y relacionarse con la naturaleza.
Muestras de la guerra contra pueblos indígenas y zapatistas
Acusaron que “la militarización es un hecho, el régimen encabezado por la cuarta transformación está mostrando su rostro más autoritario contra quienes defendemos la vida”. Pues, durante “esta administración se han dado: 153 mil 941 homicidios dolosos, 42 mil 935 personas desaparecidas y no localizadas, 69 periodistas y 94 personas defensoras de la tierra y el territorio, pueblos indígenas y medio ambiente asesinadas”.
A través de los comunicados del CNI, se recaban algunos de los casos recientes de represión contra la movilización social de pueblos indígenas y zapatistas. En la Ciudad de México, en Milpa Alta y Xochimilco, pueblos originarios resisten contra la sobreexplotación del agua y el despojo en favor de intereses comerciales y políticos. En Morelos las comunidades siguen presentes contra el proyecto minero de Tetlama y el PIM, a la vez que siguen exigiendo justicia por el asesinato de Samir Flores.
En la Sierra Negra de Puebla, al igual que en Querétaro y Morelos, el crimen ha aumentado como resultado de la resistencia contra el crimen organizado y las fuerzas del Estado. Las desapariciones forzadas continúan, al igual que los asesinatos por parte de policías antimotines, como el de Lorenzo Cruz. En Guerrero, integrantes del Consejo Indígena y Popular de Guerrero – Emiliano Zapata siguen recibiendo amenazas de muerte.
En Michoacán el CNI acusa al gobernador del Estado de aumentar la represión contra las Guardias Comunales, y en Colima al Tribunal Unitario Agrario del Distrito 38 de favorecer el despojo en favor de la privatización de la tierra. El río Lerma Santiago y la Riviera Nayarit son víctimas de la contaminación por la realización de proyectos inmobiliarios y turísticos.
El CNI, a través de su comunicado de prensa por el Día de la Resistencia y la Dignidad Indígena, documentó otras decenas de casos de represión. En estados como: Sinaloa, Sonora, Campeche, Quintana Roo, Baja California, Veracruz, Oaxaca y Chiapas. Rematan que “esto es tan solo un reflejo de la guerra que nosotros como pueblos originarios vivimos cotidianamente en nuestras comunidades, barrios, calles, centros de trabajo y espacios comunitarios”.
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