“No venimos a negociar, porque la vida no se puede negociar”.
Foto: Leonora Chapman
Redacción La Coperacha
Ciudad de México //27 de octubre de 2017
El día que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, visitó México, en la ciudad de Montreal iniciaba el coloquio internacional que congregó a comunidades indígenas de América Latina para exponer las amenazas que sufren sus territorios por los proyectos extractivistas, muchos de ellos canadienses.
Todo ocurrió el 12 de octubre y por México asistieron al coloquio representantes de la Sierra Norte de Puebla. Miriam Bautista, de la organización Apolat Talpan Tajpiani, habló claro: “No venimos a negociar, porque la vida no se puede negociar”.
Miriam expuso la importancia de la defensa del Río Apulco en contra de los proyectos hidroeléctricos que se van acompañando con los proyectos mineros.
La lucha emprendida desde la sierra poblana se ha tejido regionalmente pero ya incluye comunidades del estado de Veracruz, la nombran en defensa de la vida y el territorio ante la amenaza de “hidroeléctricas, mineras, de fracking y de semillas transgénicas”.
La delegación de México incluyó a Nazario Diego Téllez representante de Altepe Tajpianij, por la Unión de Ejidos y Comunidades en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida, Atcolhua asistió Alejandro Marreros.
Nazario Diego destacó la importancia de la cooperativa Tosepan en la defensa territorial que congrega a 34 mil familias y cumple 40 años trabajando en la zona.
La representación mexicana reivindicó la organización desde sus asambleas, sus autonomías y de sus estilos de vida en armonía con la tierra.
En sus intervenciones en el coloquio y en los distintos foros universitarios a los que asistieron Miriam, Nazario y Alejandro, responsabilizaron al gobierno local “de todos los daños que ha provocado la minería canadiense”.
Mientras tanto las senadoras mexicanas rodeaban a Justin Trudeau… para tomarse la selfi.