Piden se desista de acciones legales, ponen en riesgo reformas y la soberanía alimentaria en México.
Activistas miembros y simpatizantes de la Campaña Sin Maíz No Hay País, protestaron en Alemania contra Bayer-Monsanto, corporación que mantiene una serie de amparos contra la prohibición de maíz transgénico y la eliminación progresiva del uso de glifosato en México.
Con la exigencia de que la empresa Alemana Bayer-Monsanto se desista de esa estrategia jurídica y respete la decisión de México de transitar hacia una agricultura agroecológica, los participantes se manifestaron frente a instalaciones de Bayer en la ciudad de Berlín.
Con tamales verdes y de mole, acompañados de chocolate oaxaqueño, la protesta se dio en el marco del Día del maíz que se celebra en México este 29 de septiembre, y a nueve meses de que el gobierno mexicano emitiera el decreto que camina a la prohibición de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM).
Enrique Rosas, uno de los protestantes y miembro de la Campaña Sin Maíz No Hay País, señaló que las grandes empresas biotecnológicas como Bayer-Monsanto actúan contra de las reformas progresistas que hay en México y que prohíben la siembra de semillas transgénicas, explicó que por eso es necesario el acompañamiento de la sociedad para sostener esos cambios.
Explicó que a través de recursos jurídicos como amparos, propaganda e incluso la diplomacia, y con respaldo de un sector del empresariado mexicano agrupado en el Consejo Nacional Agropecuario y el Consejo Coordinador Empresarial, Bayer se resiste a la implementación de una política que protege la salud y el medio ambiente.
Bayer aplica una política de injerencia y de doble estándar, porque mientras que en Alemania y Europa se prohíbe el uso de diversos fungicidas, herbicidas y pesticidas, esas empresas comercializan esos mismos productos en América Latina, Asia y África, expresó.
Señaló a Martín Niessen como “el diplomático del glifosato”, quien es representante de la embajada de Alemania en México para la agricultura, y que ha sido el encargado de desarrollar esa política de injerencia en México.
Hay una responsabilidad de liderazgo mundial de Europa frente a su población como gobiernos y debe de existir una coherencia incluso en la cooperación y promoción para el desarrollo, para que sea de respeto a la soberanía, que en el caso de México camina hacia la agroecológía, expresó.
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