El Consejo Supremo Indígena respalda a comunidades para no permitir la instalación de casillas electorales en 2021.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 28 de enero de 2020
El Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM) se pronuncia por la autodeterminación política, económica y social mediante un comunicado, en donde destacan 10 resolutivos centrales del III Congreso Estatal Indígena de Michoacán: El Plan P´urhépecha.
En la comunidad originaria de Jucutacato se llevó a cabo una mesa de trabajo para realizar el Plan P´urhépecha, en donde asistieron Jefes de Tenencia, Comisariados y Representantes Comunales y Ejidales, Jueces Tradicionales, Consejos de Gobierno Comunal y Comuner@s, reunidos mediante un “congreso autónomo e independiente de gobiernos”, partidos políticos y órdenes religiosas.
En este marco, el CSIM acordó respaldar a las diversas comunidades originarias para que no permitan la instalación de casillas durante el proceso electoral de 2021: “Primero la comunidad y después los partidos políticos, primero somos comuneros y después ciudadanos, primero somos p´urhépecha y después mexicano”, indicó.
En los resolutivos destacan que el pueblo P´urhépecha es históricamente anticapitalista; por su historia, cultura, usos y costumbres, donde sostienen 525 años de resistencia y lucha.
El territorio le pertenece a la madre tierra, “la tierra no nos pertenece”, es la esencia de los pueblos originarios, se mantiene un deber histórico y cultural para defender el territorio y las tierras comunales; y, por ende, “las tierras no se venden”, señala el comunicado.
Destaca promover y legitimar la participación de las mujeres en todos los espacios y formas de organización que ellas impulsen y decidan. “Sin las mujeres no hay historia, nuestras compañeras son inspiración, impulso y fundamento de las luchas de los pueblos originarios, son quienes tejen la vida y debemos de reconocer su importancia en la lucha, la historia, la comunidad, los procesos sociales y las formas de autonomía”, se menciona.
También, añade el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos originarios; decidir formar una propia organización política, económica y social. Mediante Asambleas Generales se van a crear rondas comunales y jueces tradicionales, además de no permitir más el uso de suelo y la tala irracional de los bosques, así como la construcción de megaproyectos, explotación minera y cultivos transgénicos, que atenten con el territorio.
De igual manera se fomentará una educación autónoma; se crearán círculos de estudio para enseñar “nuestro idioma materno, nuestra visión de mundo, nuestra historia, nuestra cultura, nuestras artes y nuestra cosmovisión”, se indica.
Finalmente, establece que seguirá promoviendo los siete Principios Zapatistas, además de convocar a jornadas de lucha, movilizaciones sociales, encuentros nacionales y estatales, mítines, plantones, marchas y denuncias públicas para defender el territorio.
En el congreso indígena participaron 50 comunidades, entre ellas: Jucutacato, Santa Fe de la Laguna, San Andrés Tziróndaro, Cuanajo, Huecorio y San Jerónimo Purenchécuaro.
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