“Aquí se hace transformación social”: cooperativa Sulá Batsú

Este proyecto costarricense tiene diez años de trabajo con énfasis en el acceso tecnológico de las mujeres.


Pablo Correa
Ciudad de México // 7 de octubre de 2015

La conocida química, física y premio nobel Marie Curie, también Hypatia, la filósofa, matemática y astrónoma griega, o la más reciente Carol Shaw, primera mujer diseñadora de videojuegos, son algunas de las figuras femeninas que integran una de las campañas de la cooperativa Sulá Batsú. Lanzada en el mes de septiembre, busca reivindicar el importante papel que las “Mujeres en la ciencia y la tecnología” han jugado en la humanidad.

Ubicada en San José, Costa Rica, la cooperativa Sula Batsú tiene entre sus objetivos desarrollar conocimiento y habilidades para que las mujeres puedan ser protagonistas de las tecnologías y otras iniciativas productivas. “Hoy en día en el sector de las tecnología hay una participación de 80% de varones, mientras que las mujeres sólo ocupamos el 20%”, dice Kemly Camacho, una de las integrantes de la cooperativa Sulá Batsú.

Dentro de esta cooperativa ocurre exacto lo contrario, aquí trabajan cuatro hombres y de 16 mujeres. Pero los retos no sólo incluyen mayor participación de la mujeres, igual interés tiene el rol que deben desempeñar. “No queremos que ellas entren como mano de obra, sino que propongan la manera en que se debe crear tecnología en nuestros países”, dice Kemly a La Coperacha.

Sulá Batsú
Sula era el curandero indígena y padre de la “niña tierra” en la mitología Bribri, cultura asentada en la región que abarca zonas de Costa Rica y Panamá. Sula es quien trae la semilla y moldea al ser humano para que nazca. En cuanto a la voz Batsú significa colibrí y hace referencia al espíritu.

A Sulá Batsú la integran profesionales de diferentes disciplinas, su trabajo principal ronda en los ejes de las tecnologías de la información, el conocimiento libre y abierto, la cultura como motor de desarrollo, y la economía social y solidaria como alternativa para las poblaciones .

Autodefinida como una cooperativa autogestionaria de profesionales, Sulá Batsú insiste en anclarse en lo local, y resalta sus persistentes actividades en diferentes ejes durante gran parte del año. Desde lo más íntimo de su significado cosmogónico Bribri, Sula Batsú comenzó su trabajo hace diez años con el fin de sembrar la semilla del conocimiento en comunidades de Costa Rica.

“El interés nació de personas profesionales que se juntan para fortalecer sus capacidades, y que nuestros saberes se mezclen con los saberes locales y se fortalezcan las dinámicas locales”, explica Mariana Calvo, una de las socias.

Tecnología y comunidades. “Romper el 80/20”
Las Tecnologías de la Información y Comunicación, o TICs, como se les conoce en lenguaje coloquial, es una de las líneas en las que impacta Sulá Batsú, por supuesto con la mujer como eje central. Uno de los proyectos más visibles y en referencia al gentilicio costarricense para las mujeres es: TIC-as, proyecto que desarrollan junto con el Fondo de Igualdad de Género de ONU-Mujeres.

Dentro de este programa se enmarcan el “Club de chicas y tecnología” que se lleva a cabo en espacios universitarios y públicos como bibliotecas, en donde se busca que la niñas utilicen la tecnología para conocer, difundir riquezas locales, así como para reflexionar y resolver problemáticas de su entorno.

Recién se llevaba a cabo el “Club de chicas y tecnologías” cuando nació otro proyecto, pues desde las madres que acompañan a sus hijas al club, preguntaron si era posible crear un club para ellas mientras esperaban a las chicas. El proyecto TIC-as respondió de inmediato con la apertura del “Club de madres y tecnología”.

El Proyecto TIC-as tiene como objetivo integrar a las mujeres en la economía tecnológica con las formación de liderazgos de mujeres jóvenes rurales. “Necesitamos que el sector de la economía tecnológica integre más mujeres, pero no que las integre como empleadas, sino que las mujeres tengan incidencia en la tecnología que se produce en nuestros países”, explica Kemly.

“Tiene este enfoque de derechos económicos, y aquí venimos creando un modelo, queremos que entienda que este tema de la integración de mujeres a las tecnologías tienen que abordarse integralmente. Abordarse con la niñas, las escuelas, colegios, universidades, empresas de tecnología, las cámaras de la tecnología, y con política pública y las instituciones”, agrega.

Economías Social y Solidaria
A pesar de que gran parte de su energía es dedicada a los proyectos tecnológicos con mujeres, también trabajan en áreas de investigación social, el diseño, gestión y seguimiento de proyectos, y el desarrollo de metodologías y procesos. La llamada Economía Social y Solidaria (ESS) no les es ajena. “Le hemos apostado al tema de la economía solidaria desde que nacimos, creemos en los procesos re-distributivos diferentes”, apunta Kemly.

Kemly observa muchas iniciativas dentro de la ESS en Costa Rica pero que no se identifican dentro de esta esfera. También explica que en Costa Rica se está tratando de hacer una Ley de Economía Social y Solidaria. “Tenemos instituciones y mecanismos que fortalecen toda esta parte cooperativa, pero ahora se está tratando de ampliar hacia la economía social y solidaria”.

“A las cámaras empresariales les ha costado mucho aceptar que se refuerce y fortalezca la economía social y solidaria”.

Casa Batsú. Arte y cultura para la reducción de estereotipos
El acceso y la promoción de la cultura es un elemento importante en la vida cotidiana de esta cooperativa. En gran parte recae en su espacio cultural denominado “Casa Batsú”. Presentaciones de obra pictórica, gráfica, cómic, proyección de películas y documentales, eventos de música y hasta cata de mezcal llevado de México tienen cabida en este espacio multicultural.

El trabajo desde la óptica de la cultura tiene un papel transversal dentro de las actividades de la cooperativa, esto lo corroboran los concursos de Graffiti y la impartición de talleres. “El arte es un motor de cambio, y tratamos de vincularlo con el resto de los proyectos. Es una forma de acercarnos a las comunidades, de dinamizar las tecnologías, hemos logrado nuevos canales que no teníamos con otros sectores de jóvenes”, comenta Mariana.

Sulá Batsú busca utilizar “el arte y la cultura para la reducción de estereotipos”. “Nos ha ayudado a anclarnos en lo local, la gente ya nos ubica en ese sentido, y saben que aquí se hace transformación social”, dice con orgullo Kemly.

Foto: Cooperativa Sula Batsú

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