Cooperativistas mexicanas en el Día Internacional de La Mujer

Las mujeres cooperativistas luchan contra machismo, feminicidios, pobreza y otras adversidades.


Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 07 de marzo de 2014

A un día que se conmemore el Día Internacional de La Mujer, La Coperacha realizó un sondeo con cooperativistas mexicanas en puestos de toma de decisión para conocer sus visiones sobre la condición de las mujeres en sus organizaciones.

Las alfareras
La lucha de las mujeres sigue siendo como en los peores tiempos, si antes era una lucha por derechos laborales, ahora es contra feminicidios y pobreza en el mundo, señaló Rita Resendiz, fundadora de la cooperativa Mujeres Alfareras de Tláhuac (MAT).

Rita recuerda que los socios hombres de la primera cooperativa de alfarería donde participó le ordenaban hacer los trabajos más pesados y sin ayuda, por eso cuando se formó el MAT, nació con una marcada visión de género.

Resendiz asegura que dirige la cooperativa con visión de género “desde que aprendí en la práctica lo que significaba el trabajo rudo y a la vez delicado de la alfarería”. También ha sido fundamental la capacitación en temas de sexualidad, derechos humanos “y sobretodo que somos capaces de trabajar juntas, en equipo”, reconoce.

Rita ha enseñado a sus compañeras desde cargar bultos de arcilla entre varias, pegar tabiques para la construcción de sus hornos y hasta decorar con finos pinceles su cerámica.

Para ella el significado del Día Internacional de La Mujer es muy intenso porque le recuerda el sufrimiento de las mujeres que dieron su vida por mejores condiciones laborales, sin embargo opina que hoy la mujer sigue siendo la más afectada, “la mitad del mundo sigue valiendo menos que la otra mitad”, “¿Hasta cuándo la equidad, la justicia y la felicidad humana?”, se pregunta Rita, quien es homenajeada este día por la Delegación Tláhuac y presenta “Los rostros del olvido”, una exposición en cerámica contra los feminicidios.

Las médicas
La cooperativa Panamedica es una organización que está implementando un modelo de salud alternativo al ofrecido por el Estado y por la iniciativa privada. A siete años de fundar la cooperativa, una mujer, la psicóloga Sofía Jiménez, dirige la que será la primera mutual de salud en México.

“Desde el 2011, empezamos a introducir la perspectiva de género con mayor conciencia en nuestras relaciones cotidianas, desde el lenguaje que se utiliza para dirigirse a las y los socios hasta la distribución del trabajo”, dice Sofía.

En Panamedica actualmente hay 14 socios, ocho mujeres, 4 hombres, una colaboradora y una pasante. Las panamédicas han impartido el taller de “Formación de promotoras de salud con perspectiva de género”, y han sido objeto de estudio sobre empoderamiento de mujeres cooperativas, desde la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.

“Claro que aun existen patrones sociales, difíciles de romper y que emergen al momento de vivir el día a día en la cooperativa”, dice Sofía, sin embargo se reconocen como personas que han aportado mucho para Panamedica.

“Mientras tengamos una mayor conciencia respecto a lo que podemos hacer juntos hombres y mujeres, podremos lograr relaciones más equitativas, saludables y no discriminatorias, así como un crecimiento colectivo”, añade la psicóloga.

La visión rural
Cooperativa Kanut Cacaloxúchitl está asentada en la zona rural del estado de Puebla. Una mujer, Yandi Condado, dirige desde ahí las formas de producción del cacahuate que se transforma en cremas, mazapanes y tortillas.

Las condiciones de trabajo para la mujer rural son más complicadas por la gran carga machista que aún persiste en varios sitios de México. “Por estos rumbos en pleno año 2014, he llegado a escuchar comentarios de señores: Cómo es posible que dejemos que nos vengan a mandar las faldas, no pues no, eso jamás“, describe Yandi.

En Kanut se incluye por igual a hombre y mujeres, uno de sus objetivos es la inclusión de madres solteras y de migrantes en retorno, dado que muchos de los habitantes de Cacaloxúchitl se han ido a Estados Unidos.

Para Yandi el Día Internacional de la Mujer es un parte aguas, “lamentablemente tuvo que pasar un acto como aquel (incendio de una fábrica en Nueva York con trabajadoras dentro) para que se nos reconociera”, sin embargo “falta mucho por hacer todavía, sobre todo repito en comunidades rurales o indígenas, donde lamentablemente hay casos en que siguen siendo pisoteados los derechos de ellas”, reconoce.

La mujer de cine
Guadalupe Ortega es representante de la cooperativa de cine El Principio, ella ubica la creación de cooperativas en México en los últimos años a partir de propuestas de mujeres para enfrentar la crisis económica. Así fue que surgió El Principio.

“Ante la crisis del cine mexicano teníamos que buscar nuevos caminos, pero no convertirnos en empresas disfrazadas de cooperativas como había sucedido con varias que años antes habían nacido, y en la que eran hombres los que las dirigían”, describe la guionista Guadalupe Ortega.

Para Ortega sería un grave error que la cooperativa se dirigiera con visión de género, “hombres y mujeres somos iguales, cada quien participa según su conocimiento, todos tenemos el mismo valor”, añade.

Y si bien para Guadalupe la efeméride no le significa gran cosa, “al tener conciencia de clase mi lucha no es únicamente por lo femenino”, pero está de acuerdo que se tome el día como bandera por los derechos de las mujeres sobre todo en lo que se refiere al hogar y contra el maltrato de género.

Mujeres por todas partes
Otras mujeres dirigen en los hechos a varias cooperativas, tal es el caso de Estela Rivera, presidenta de la Bicicooperativa Urbana, donde no existe una visión de género pues piensan que eso marcaría una diferencia entre hombres y mujeres, ahí todos participan por igual.

Rosalba del Valle, de la cooperativa Ecoturismo Olintlalli, piensa que este día es una fecha de reflexión que sirve para reconocer y revalorar el trabajo que realizan las mujeres, agrega.

Si bien el modelo cooperativo promueve en sus valores la igualdad y la equidad, pocas son las mujeres que están colocadas en puestos de toma de decisión, incluso Dame Pauline Green, la presidenta de Alianza Cooperativa Internacional, ha criticado el lento avance que han tenido para lograr dichos cargos, empero confía en que el cooperativismo sea “un movimiento para la emancipación económica, social y política de todas las mujeres”.

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