El derecho a la salud por vía de una mutual

El modelo Mutual Panamedica representa la alternativa a lo público y lo privado
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 25 de abril de 2014

En nuestro país, según las cifras oficiales, más de 25 millones de personas no tienen acceso a la salud, es decir, ni siquiera son beneficiarias de ningún programa público de salud y mucho menos privado.

En un país de 121 millones de personas y a pesar de que la salud sea un derecho humano, consignado así en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, el acceso a la salud es otro de los grandes pendientes de los ciudadanos.

Según la Organización Mundial de la Salud el derecho a la salud significa que los Estados deben crear las condiciones que permitan que todas las personas puedan vivir lo más saludablemente posible y no debe entenderse como el derecho a estar sano.

En México, a pesar de que la Constitución diga en su artículo 4 que “toda persona tiene derecho a la protección de la salud”, este derecho queda amputado, y la mitad de la población ni siquiera lo entiende como un derecho exigible, como afirmó el legislador Javier Salinas al inaugurar la Semana de la Seguridad Social hace cinco días.

La Comisión Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) afirma que con los 40 programas de servicio a la salud, sobre todo del IMSS, ISSSTE, y Secretaría de Salud, el número de personas sin cobertura de salud se ha reducido en 25 millones.

Por otra parte los esquemas privados de salud en nuestro país, apuntalados por 35 compañías, no alcanzan una cobertura del 3 % de la población, de acuerdo a un estudio de la UNAM, elaborado por el Dr. Luis Durán Arenas.

Donde el Estado no alcanza
En el mundo, sobre todo en países donde el Estado no ha podido garantizar el acceso a la salud para toda su población, también han surgido los esquemas mutuales, organizaciones sociales bajo una premisa de solidaridad y sin ánimo de lucro.

En Colombia por ejemplo, las primeras mutuales surgieron entre feligreses de parroquias del Siglo XIX para evitar la mendicidad y conseguir un entierro digno. Los feligreses juntaban un fondo común y cuando alguien fallecía usaban ese dinero para las exequias.

En México por 1850 también se formaron las sociedades de socorros mutuos en Jalisco y DF, sobre todo entre uniones de artesanos, sastres, zapateros y sombrereros, con los mismos objetivos de prestar ayuda ante enfermedades, muertes y otras adversidades.

Argentina es uno de los países con mayor presencia de mutuales que ofrecen muchos servicios, desde telecomunicaciones hasta los servicios médicos. No hay una sola provincia que no cuente con organizaciones de este tipo.

Un caso emblemático de acceso a la salud por vía de una mutual es el que se da con el Hospital Italiano de La Plata, una organización comunitaria que combina la atención clínica con la docencia y la investigación en su Instituto de Formación Superior.

“El hospital tutela, defiende, vuelve a dar al hombre la salud, su más querido y precioso tesoro, mientras fomenta el adelanto de la ciencia médica y sella la más confortante afirmación de los sentimientos humanos”, fue el mensaje del Dr. Esteban Cavazzutti al inaugurar el edificio sede en 1903.

El Hospital Italiano de la Plata, cuenta con atención hospitalaria y servicios de especialidades de Cardiología, Terapia Intensiva y Terapia Intensiva Pediátrica. Resulta claro para los socios de la mutual las reglas, las responsabilidades tanto del área médica, como de los pacientes, así como la función social en la comunidad.

Una de las razones del éxito de esta mutual de salud es la coordinación y apoyo que se brindan las propias mutuales, quienes están afiliadas en Federaciones, así como por el fomento que desde el sector público se le brinda desde el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), que tiene registradas a mil 254 asociaciones operando, 800 de ellas de salud.

El esquema mutual mexicano
En México, un grupo de jóvenes médicos han propuesto el primer esquema mutual de salud adaptado a las condiciones locales.

La cooperativa Panamedica, con 7 años de vida, plantea que ante las políticas aplicadas desde hace 30 años que fomentan al sector privado y el debilitamiento del sector público con una saturación de los servicios, largos tiempos de espera, falta de medicamentos y mala calidad en la atención, será más difícil garantizar la salud y sólo pocos podrán pagarla.

Ante este escenario propone su esquema mutual de salud, “un modelo de prepago de cobertura limitada en servicios de salud cuya base fundamental es la justa distribución del gasto y de los riesgos”.

Al explicar su esquema Panamedica señala tener una meta de 300 afilados para este año, “se llegó a esta cifra través de un análisis financiero, es lo mínimo para cubrir los gastos de operación, nos gustaría llegar a los 1000 afiliados”.

Aunque el esquema está pensado para población en general, es dirigido en primera instancia a personas de distintas cooperativas “que han manifestado la necesidad de cubrir su salud de manera accesible”.

Dicho esquema tiene sus reglas internas, paquetes médicos, cuotas y la posibilidad de participar en las decisiones de la mutual a partir de una asamblea anual de socios.
Atención médica de urgencia, terapia psicológica, servicios dentales, nutrición, optometría, entre otros, son parte del modelo alternativo que un puñado de médicos ofrecen para alcanzar ese derecho que el Estado no alcanza a cubrir.

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