
Siguen ausentes aspectos formativos en las cooperativas escolares.
El Poder del Consumidor (EPC) ha detectado al menos 16 juicios de amparos de empresas y universidades en contra de la prohibición de alimentos chatarra en los planteles del Sistema Educativo Nacional que entró en vigor el 29 de marzo.
Entre los alimentos prohibidos por los lineamientos emitidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP) están refrescos, jugos de caja, néctares, bebidas gasificadas o todo tipo de alimentos que contengan algún sello o advertencia emitidos por la Secretaría de Salud. La prohibición también trae sanciones administrativas para las escuelas que incumplan, que van desde multas hasta posibles suspensiones temporales de operación.
La industria se ampara
A través de una cobertura de medios EPC detectó a 6 filiales de Coca-Cola que han buscado el amparo. Ellas son Fomento Económico Mexicano (FEMSA); Embotelladora las Margaritas, dedicada a la colocación de máquinas exhibidoras y expendedoras de refrescos; Servicios Integrados de Administración y Alta Gerencia (SIAAGSA), filial de Coca-Cola Export Corporation.
Además están las filiales BBOX Vending, empresa de expendedoras de refrescos que integra la compañía Arca Continental (segunda embotelladora más grande de Coca-Cola en el mundo); Compañía Embotelladora del Fuerte; y Bebiendo SA, empresa de Embotelladora de Colima.
Otras empresas y grupos empresariales que buscaron evitar la prohibición son la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC); la Cámara Nacional de Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC); Comercializadora El Oro (Grupo Jumex); Comercializadora Gonac (fabricante de botanas y bebidas); Embotelladora AGA ( fabricante de Aga Manzana, Red Cola, Skarch entre otras); y Maison Kayser, empresa de restaurantes con sucursales en la Ibero y el Tec de Monterrey que sí obtuvo el amparo.
Las universidades que buscaron ampararse fueron el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), la Universidad Panamericana, la Universidad del Valle de México (UVM) y la Universidad Tecnológica de México (Unitec); aunque estas últimas dos se desistieron del asunto.
Mismos argumentos contra políticas públicas
Entrevistada por La Coperacha, Chantal Reyes, integrante del área jurídica de EPC destacó que en el caso de Coca-Cola existe una incongruencia pues en días recientes la compañía hizo un compromiso de no comercializar ningún producto con sellos o leyendas dentro de escuelas primarias, cuando la prohibición es para todos los niveles escolares.
La experta señaló que algunas de las universidades alegaron que existía una violación al derecho del libre desarrollo de la personalidad, al referir que la mayoría de los educandos en nivel superior tenían mayoría de edad y el Estado no debería limitarles la libre toma de decisiones sobre su consumo.
Al recordar que la industria alimentaria ha usado los mismos argumentos para oponerse a las campañas contra el consumo del tabaco o el etiquetado frontal de alimentos, la abogada sostuvo que se esperan muchos más amparos donde probablemente usarán el principio de no discriminación, el de la libertad de trabajo y libertad comercial.
Añadió que estos derechos pueden verse limitados atendiendo la protección de un bien común como es la salud en un contexto donde 1 de cada 4 niñas, niños y adolescentes en México viven con obesidad y se proyecta un aumento de hasta 56% para el año 2035.
Ante ello, subrayó que existe la expectativa de que se aplique una política integral que permita la implementación y restricción de este tipo de productos que garanticen entornos saludables al interior de las escuelas, pero además, espera que padres, madres y cuidadores de las niñeces denuncien si esto no se está cumpliendo.
Cooperativas escolares sin formación cooperativa
Los lineamientos emitidos por la SEP, vienen acompañados por un “Manual para personas que preparan, distribuyen y venden alimentos en las escuelas”, donde se describen a las cooperativas escolares como un equivalente de cualquier tipo de establecimientos de consumo escolar entre ellos tiendas, comedores, proveedores y máquinas expendedoras.
Sin embargo ni los lineamientos ni el manual hacen alguna mención sobre fomentar que las cooperativas escolares sean espacios formativos en cooperativismo, ahorro y administración, incluyendo ahí la transparencia, la rendición de cuentas y la toma de decisiones en asambleas, lo cual ha sido uno de los planteamientos históricos del sector cooperativo.
En su investigación titulada: “Cooperativismo escolar en la educación básica en México: limitaciones y oportunidades para impulsar la economía social y solidaria”, Mara Rosas Baños y Gerardo Luvián, señalan que en las cooperativas escolares “el aspecto pedagógico se ha dejado de lado” a pesar de reconocer que sería beneficiosa para la formación del alumnado.
Añaden que durante el periodo neoliberal “la SEP no tuvo ningún interés en que se promoviera el cooperativismo escolar, más bien lo desvirtuó para que operara únicamente como establecimientos de alimentos regulados”.
Consulta los lineamientos generales emitidos por la SEP aquí.
Consulta el manual escolar aquí.
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