Afecta a casi 40 mil unidades productivas y a cultivos de cítricos, vainilla y granos: CartoCrítica y No Fracking México.
La extracción de hidrocarburos en México a través de la técnica de fractura hidráulica o fracking, representa una amenaza al programa Sembrando Vida y desafía sus objetivos de desarrollo sostenible y conservación ambiental, señala una investigación elaborada por CartoCrítica y la Alianza Mexicana Contra el Fracking.
Una parte significativa de unidades del programa Sembando Vida se encuentran en áreas potencialmente afectadas por la fractura hidráulica, documenta la investigación “Fracturando el Campo: Impactos Potenciales del Fracking en la Agricultura y Sembrando Vida”.
Explica que el fracking “no puede coexistir con la agricultura sin perjudicarla”, pues se contamina el agua y el suelo, altera los ecosistemas y sostiene una competencia por los recursos hídricos; lo que se traduce en pérdidas económicas para los agricultores, afecta la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades.
El informe documenta que 7 mil 581 unidades productivas beneficiarias del programa Sembrando Vida están expuestas a los efectos del fracking, pues se ubican a menos de 5 kilómetros de los pozos de hidrocarburos. Éstas unidades productivas se localizan mayormente en Veracruz, Tabasco y Puebla.
Sin embargo, la investigación calcula que 38 mil 338 unidades productivas de dicho programa son potencialmente afectadas considerando las licitaciones de fracking en espera y que se ubican en Hidalgo, San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas.
La investigación añade que el fracking afecta al 54% de la producción de vainilla, al 37% de de tangerina y litchi, al 29% de sorgo, así como a otros cultivos como maracuyá, mandarina y granos básicos.
Estas afectaciones se traducen en un daño económico estimado para los agricultores de alrededor de 545 millones de pesos, pero podría alcanzar los 2 mil 760 millones al sumar los pozos de fracking pendientes de licitarse. Estos datos ponen en riesgo la inversión del programa, señala el informe.
Las organizaciones que elaboraron la investigación urgieron reconsiderar y reevaluar las políticas energéticas y ambientales, una prohibición efectiva del fracking, así como tomar medidas decisivas para mitigar los impactos de la fractura hidráulica en la agricultura y en programas como Sembrando Vida.
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