Nestlé, la tercera empresa trasnacional que más plástico consume, interpuso un amparo contra la medida.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 21 de enero de 2020
La organización ambientalista Greenpeace, y otras, agrupadas en la Alianza México Sin Plástico, pidieron a la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, no ceder a intereses particulares en cuanto a la prohibición de plásticos, regulada por la Ley de Residuos Sólidos.
El respaldo de Greenpeace ocurre días después de que se supiera que la empresa trasnacional Nestlé interpusiera un amparo contra dicha ley, siendo ésta la tercera empresa internacional que más plástico consume para distribuir sus productos.
Además, la trasnacional presume de haber firmado un compromiso global para una nueva economía del plástico con el objetivo de eliminar dicha contaminación desde su origen y dejar de usar plásticos vírgenes en 2025.
Para Greenpeace la legislación favorece a la ciudadanía y al interés público, pues con la reducción de contaminación que generan los “plásticos de único uso innecesarios” se contribuye a garantizar un medio ambiente sano, señaló en un comunicado.
Greenpeace ofreció datos sobre el riesgo en la salud de las personas por la presencia de microplásticos en los microsistemas y en nuestro organismo, pues de acuerdo con un estudio de la Universidad de Newcastle “los humanos estamos consumiendo el equivalente al tamaño de una tarjeta de crédito a la semana en microplásticos, a través del agua embotellada, mariscos, sal, cerveza, miel y azúcar”.
La Alianza México Sin Plástico afirmó que la medida de prohibición contribuye a dejar atrás la cultura de usar y tirar, además permite avanzar hacia un cambio de hábitos y en el modelo de producción actual.
“Medidas como ésta no buscan la sustitución del plástico por otros materiales desechables como el papel o los biodegradables, sino que privilegiemos la reutilización y el uso de productos y materiales durables”, apuntó.
En cuanto a la pérdida de empleos a partir de la prohibición, la alianza pidió considerar el costo económico del impacto a la salud pública y la pérdida de ecosistemas que genera la contaminación por plásticos. Afirmó que la industria debe asumir la responsabilidad de enfrentar dicha contaminación a través de un cambio en su modelo de negocio.
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