A través de textiles, gastronomía, fiesta y oralidad, colectivo Alto Papaloapan muestra cómo resisten a la globalización.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 13 de junio de 2016
Durante un mes la Galería de Pascual recibe una muestra pictórica, fotográfica y textil, que plasma diferentes tradiciones culturales de la región chinanteca, de la zona norte de Oaxaca, y que se han convertido, a decir de los expositores, en formas de resistencia.
Uno de los fotógrafos del colectivo Alto Papaloapan, Miguel Vargas, describió que en la Chinantla, la tercera selva más importante en el país y la de mayor densidad, aún se realizan diversas resistencias ante la globalización y el urbanismo “que se comen a todas las culturas a las que llegan”.
“Las formas de hacer resistencias que tenemos en Chinantla son a través de las tradiciones y la cultura, hemos visto culturas que se han ido muriendo como los chocholtecas, donde quedan menos de 100 hablantes de esta lengua; en la Chinantla las resistencias se han hecho a través de los textiles, a través de la comida, a través de la oralidad”, afirmó el fotógrafo.
En la muestra La Chinantla, que busca difundir las diversas expresiones de dicha región, existe una carga fotográfica de mujeres trabajando o en la fiesta, además de muchos vestidos de la región, elaborados a partir del telar de cintura.
Para el antropólogo, Jesús Rafael Santaella Dionisio, también integrante del colectivo, las mujeres sostienen a la cultura chinanteca, pues son ellas las que dan vida a la tradición oral como a la textil, y en ellas “retratan los mitos y leyendas de nuestro pueblo, que son mitos rastreados de dos mil años”.
Otra forma de resistir que describió el colectivo es a partir de la gastronomía, elaborada con base de plantas endémicas de la selva, que han hecho a la cocina chinanteca una cocina de supervivencia, explicaron. Su platillo característico es el caldo de piedra.
“El caldo de piedra es un platillo milenario que es cocinado en una piedra cóncava, donde se inicia una fogata, se lava la piedra cóncava, se vierten los ingredientes (jitomates, cebollas, pescados) y se degustan en el lugar”, describió Jesús Rafael Santaella.
La inauguración de la muestra Chinantla estuvo envuelto en la fiesta con piezas musicales regionales, así como con bailes propios de la Guelaguetza, tlayudas, mezcales de guayaba, machucos (plátanos machos machucados con manteca), tortillas de yuca y chapulines.
Los integrantes del colectivo Alto Papaloapan, que divide sus trabajos en antropología, arqueología, fotografía y muralismo, señalaron que es la primera vez que organizan una muestra colectiva en la Ciudad de México y dijeron sentirse orgullosos por ser invitados por la cooperativa Pascual. “Esperamos que sea el principio de algo bueno, sobre todo para las artesanas”, afirmaron.
