Desde la Comunalidad
Jaime Martínez Luna
Guelatao de Juárez, Oaxaca
Todo ser social tiene la necesidad de establecer relaciones políticas con quien habita cualquier territorio. De su magnitud dependerá el modelo a seguir, sin embargo, es necesario reconocer que en el diseño de esas relaciones, estructuras o modelos organizativos, se tenderá a la separación de lo político de la política. Es decir, entendemos como una relación natural y necesaria a LO político, y la que surge en planos de poder y control, dada la masificación urbana, por ejemplo, se dará LA política.
Lo político se observa directamente en núcleos sociales rurales, originarios, o aquellos espacios de reducida población en donde el entendimiento cara a cara es definitoria. La política se centrará en centros urbanos por excelencia. Aquí que el carácter numérico de cada elección sea necesaria y definitiva. A partir de esto, es que distinguimos elecciones cualitativas y elecciones cuantitativas.
Una elección cualitativa es aquella que se realiza a quien se conoce de manera directa, es decir, se tiene consciencia del comportamiento social de cada habitante, y que por lo mismo la elección de representantes tenga un fundamento directo y cualitativo simplemente porque se conocen a todos.
La elección mediante la política, se realiza en planos masivos donde no se conoce a nadie y el voto es privado, aunque público, es secreto. Esto se abre a la manipulación, al convencimiento, a la compra incluso de una participación obscura y hasta cierto punto clandestina.
Los especialistas nombran a la primera, democracia directa, y a la segunda democracia representativa. Según nuestro criterio, ni la primera es democracia y menos directa, y la segunda tampoco es democracia mucho menos representativa.
Es necesario que se resignifiquen conceptos en el hacer política, de otra manera, seguiremos siendo una sociedad sometida y dominada por una élite política que NO se funda en la participación, la acción, la labor concreta en beneficio de cualquier comunidad, sino en el discurso de lo que dice que va a hacer, y en la práctica solo realice sus intereses de grupo, de partido, de élite.
Lo verdaderamente triste, radica en que casi en todas las entidades federativas, se convive mediante las dos formas. Es decir, internamente si bien se respeta a distancia LO político, se opera formalmente mediante LA política.
En Oaxaca es muy clara esta diferenciación, y también muy claro el por qué lo político no es respetado por la política. El 80% de las comunidades oaxaqueñas se rigen por asamblea, es decir por lo político. Sin embargo, diputados y gobernador son electos por la política, es decir por partidos que no representan a la sociedad, pero sí a sus intereses individuales o de grupo. Lo que demuestra que la sociedad oaxaqueña no está representada, realidad colonial que debe modificarse.
Imagen: Azteca De Gyves (Juchitán de Zaragoza, Oaxaca 1963). Alcaravanes
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