La mayoría de los grupos se organizan en asambleas buscando generar cambios en sus comunidades a través de acuerdos colectivos.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 20 de agosto de 2018
La organización es un ejercicio que tienen en común los ejidos, las comunidades rurales y urbanas, las cooperativas, los grupos de vecinos incluso las empresas, la finalidad de esta acción es tomar las mejores decisiones en torno a un bien que implica a todos, menciona Francia Gutiérrez, la jija del maíz.
La mayoría de los grupos se organizan en asambleas y buscan generar cambios en comunidades del campo y las ciudades, la importancia de estas asambleas es promover acuerdos colectivos, que pueden ser en forma de consenso, “es decir cuando todos ceden un poco para generar una nueva opinión colectiva” dice la jija del maíz; el consenso tiene mejores probabilidades de ser mayormente asimilado por parte participantes de estas juntas o reuniones.
También existen los acuerdos de mayoría, donde casi siempre existe un pequeño grupo que no se siente plenamente reflejado con acuerdo tomado por la mayoría.
Las asambleas son el máximo órgano de toma de decisiones, pero no siempre puede moverse para realizar gestiones o promover los acuerdos que se toman en conjunto, en esa situación entran los representantes de la asamblea, quienes ejecutan los acuerdos de las asambleas, sin agregar o promover ideas que no sean parte de lo que se ha construido colectivamente.
La jija del maíz destaca que las decisiones tomadas al interior de una asamblea son independientes y autónomas, lo que se conoce como soberanía, “esta va creciendo de núcleo en núcleo, de asamblea en asamblea, hasta que llegamos al gran mapa en donde encontramos la soberanía de una nación”, señala.
Para Francia es muy importante que en estos tiempos de transición, donde se hace necesario remover estructuras, se refuerce la parte de la toma de las decisiones, ya sea en el campo o la ciudad, sobre todo “para que no nos llevemos la impresión de que la estructura va a gobernar por encima de la comunidades” dice.
De tal forma que todas las expresiones y decisiones se multipliquen y quien represente a esta soberanía grande, como país, “sea quien mandate las decisiones que hay en el interior de cada uno de los grupos sociales”, indica la jija del maíz.
“Son momentos de mucha esperanza”, indica Francia, “hay que mantener vivos los procesos organizativos en la parte rural y urbana para que nuestras decisiones sigan siendo del peso que deben de ser como ciudadanía o como productores o como consumidores”, finaliza.
La Coperacha