Pahpaki plantea la interculturalidad y el modelo lúdico.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 18 de noviembre de 2016
Durante la apertura de la Expo Coop 2016, en pleno Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, habló como representante de las cooperativas locales la presidenta de Pahpaki, Neith Gámez, quien en un discurso sencillo y crítico ubicó el tema de la capacitación a las cooperativas.
La psicóloga y maestra en Responsabilidad Social planteó que aunque la intención de vincular a la academia con las cooperativas es valiosa no deja de tener carencias. Habló de incluir la mirada cooperativista a las capacitaciones y que éstas tendrían que ser también de las cooperativas para las cooperativas.
El contexto es la firma de un convenio entre entre el rector del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Enrique Fernández Fassnach, y la secretaria de Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE), Amalia García, donde la academia se compromete a asesorar, capacitar y acompañar a 240 cooperativas beneficiarias del programa de “Apoyo para el Desarrollo de las Sociedades Cooperativas de la Ciudad de México” de 2016.
En entrevista la representante de Pahpaki abunda en estos temas.
– Pahpaki ha vivido desde el 2012 los procesos de fomento cooperativo desde el gobierno local, ¿cómo evalúas esa política pública?
– Me parece que hay cosas rescatables como la parte donde se establece que los proveedores del Gobierno de la CDMX se puedan contratar a cooperativas, el problema es que como cooperativistas no contamos con la recomendación, porque finalmente así es como se mueven estas situaciones. Cuando queremos acceder, lejos de beneficiarnos, se nos cierran las puertas.
Por otro lado el Consejo Consultivo dejó de sesionar en esta nueva administración. Ahí podíamos discutir sobre los temas que competen a las cooperativas. Sería interesante discutir sobre la definición misma del fomento cooperativo, qué entendemos por ello los cooperativistas y qué entienden las instituciones y autoridades.
– ¿Cuál ha sido su experiencia en la capacitación de aceleración de empresas que ofrece el IPN?
– Siento que nos quedan a deber. Son académicos y es muy valiosa su aportación, pero hablan de conceptos que a veces no quedan claros. Cuando hablan de controles de calidad, de sistemas de gestión, parece que hablamos un lenguaje diferente y es muy frustante para muchos de nuestros compañeros. Eso nos parece muy delicado.
La mirada cooperativista ni siquiera permea, no está dentro del discurso de los profesores, no está incluida en las temáticas ni en el plan de estudios que íbamos a cursar. Nos presentaron un plan muy bien estructurado, con asesorías juniors y seniors, dijimos qué interesante. Pero hay resistencia de los compañeros cooperativistas sobre el lenguaje, por qué no nos dicen en español: asesorías para principiantes o para avanzados.
– ¿Qué le falta a la capacitación en el IPN?
– No hay asesorías, no hay un seguimiento, no hay un planteamiento, no hay una propuesta de decir: cómo va tu proyecto. No hay retroalimentación sobre lo que hacemos o cómo lo hacemos.
Falta acompañamiento cooperativista de cooperativistas, que hubiera cooperativas que se acompañaran y dijeran su experiencia, cómo han desarrollado sus asuntos y cómo se pueden desarrollar los otros. Sería muy lindo mostrar cómo nos podemos ayudar unos a otros desde la mirada cooperativista, desde la cooperación misma.
– En Expo Coop planteaste una capacitación con intercuturalidad, ¿cómo sería?
– La interculturalidad es puentear los saberes, desde tu saber local, desde tu experiencia, hasta el saber de la persona que me está proporcionando el otro saber, el saber academicista, y generar un puente. No significa que tu conocimiento sea menor que el mío, sino que es diferente.
Para nosotros es importante que al recibir el conocimiento volverse actor social, asumirlo, activarlo, compartirlo y complementarlo con mi propio saber, para volverlo un saber más profundo, apropiado y arraigado.
El otro es el modelo tradicional, es el que estamos viendo en el IPN, el profesor está al frente, es el que sabe todo, los cooperativistas están sentados, observando, anotando y aprendiendo lo que puedan aprender y ya, se acaba.
– ¿Cómo es la capacitación que practica Pakpaki?
– La metodología de Pahpaki es una que denominamos lúdica y vivencial, no es para nada tradicional, partimos desde la construcción de conocimiento de todos los que estamos participando.
Generamos un modelo, con trabajo en equipo, liderazgo, diagnóstico participativo, varias temáticas e incluimos administración lúdica, contabilidad lúdica y fiscalización lúdica. Usamos una chequera vieja, vencida, y les enseñamos cosas muy simples: cómo llenar un cheque, cómo ir a cambiarlo, son cosas sencillas pero para la gente son significativas. Ellos se empiezan a dar cuenta de cómo construyen el día a día en su cooperativa a partir de pequeños juegos y simulacros.
Los cooperativistas no debemos de perder de vista que somos actores de cambio y transformación, nuestro papel es fomentar nuestra autogestión y la capacitación tendría que ser también de las cooperativas para las cooperativas, sin perder de vista la academia.
La Coperacha