Bien decía Salvador Novo que “El pan es inseparable de la leche. Si incompatible con el atole, es indispensable con el chocolate o con el café con leche. Niños y viejos lo bendicen porque se reblandece mojándolo en “sopas”.
Por Jessica Ramírez y Nayeli Meza
Ciudad de México / 26 de abril de 2012
Sabor natural sin químicos y elaboración artesanal gracias a un grupo de manos trabajadoras son algunos de los elementos con los que está hecho el pan integral de esta Cooperativa.
Coyoacán es el lugar donde convergen la calidez y la dedicación por excelencia, la Cooperativa Nulti Pan es el claro ejemplo de que aún en el siglo XXI es posible crear productos íntegramente naturales y sin saborizantes artificiales. Su nombre lo adscriben al náhuatl Nulti debido a que en algunas regiones de Oaxaca es un saludo cordial y cercano, “Hola” o “Buenos días”.
“Hoy en día Nulti Pan está conformado por cinco personas, tres mujeres y dos hombres, es un negocio familiar”. Todos ellos profesionistas con carreras en Psicología, Contaduría, Actuaría, Diseño Gráfico y Periodismo, sin embargo, la pasión que le ponen a la elaboración de cada pieza es el valor agregado que sólo este pan puede ofrecer.
El pan como fuente de inspiración laboral
Rocío Camero, una de las socias fundadoras, respondió que la idea de hacer pan surgió “gracias a que estuvimos pensando en qué trabajar, entonces decidimos que la cocina es algo que tiene una garantía, además, a dos integrantes les gusta cocinar, se tiene que tomar en cuenta para que se haga con gusto. Al hornear luego ni sientes que estás trabajando.”
Hace dos años esta Cooperativa decidió abrir sus puertas en un pequeño local que antiguamente era una cafetería. El plan a futuro es que Nulti Pan además de vender su delicioso pan integral también pueda introducir al mercado café y otorgué a los amantes de esta bebida la seguridad de que los productos estén tratados de la forma más natural. “Compramos un equipo que no es nuevo y rentamos este lugarcito con la idea de abrir una cafetería. Estamos trabajando en eso”.
La concatenación de ideas, recetas, investigación a fondo acerca del pan y sus ingredientes y por supuesto la capacitación en cursos son las bases que sustentan la calidad de este pan; es un alimento cuidado en todos los sentidos, además trata de introducir la idea de que lo natural es más sano.
Actualmente, es difícil encontrar un producto que no contenga harinas preparadas, saborizantes o químicos para su conservación, o bien, para darle mayor sabor, sin embargo, Nulti Pan, tiene la plena tranquilidad de que sus productos son elaborados por ellos mismos y gozan la libertad de no poseer ningún químico.
El corazón del pan
“Nuestro proceso es artesanal, empezamos con pan de avena, salvado de trigo, ajonjolí, nuez y pistache, hemos hecho pruebas con el piloncillo para no usar azúcares y últimamente hemos ocupado jarabe de agave en la granola, ha resultado muy favorable, ya que su contenido glucémico es muy bajo. Hay buen mercado porque la gente ya no quiere consumir cosas químicas”.
Además, este pan brinda la tranquilidad de que en su elaboración uno de los ingredientes clave es la mantequilla y no margarinas, a cambio, el cliente recibe un producto rico y que no repercutirá en su salud. Actualmente la Cooperativa Nulti Pan está trabajando en la elaboración de panes de mantequilla con ajo y de piloncillo con arándanos, entre otros.
Al final, lo que importa es el corazón y las manos de quienes fueron los artesanos de estas piezas de pan, no es sólo un trozo más de un alimento; es la unión de un trabajo que lucha por ganarse un lugar en la mesa mexicana.