Los papás de la certificación participativa celebran con conferencias y rifas.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 14 de noviembre de 2014
El Tianguis Orgánico de Chapingo cumple años, está de fiesta y los papás de la certificación participativa en México, celebran con conferencias y rifas.
Un día como hoy (pero de hace once años exactamente), nacía en el Pueblo Cooperativo de Texcoco el primer tianguis orgánico de México, el de Chapingo.
A la hora de cortar el listón, el Dr. Sergio Barrales, entonces rector de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACH), hablaba de la importancia de vincular a la academia con su entorno regional y del tianguis como espacio de formación integral de futuros agrónomos.
Los pioneros de los tianguis orgánicos, los chapingueros, habían formado dos años antes una red de consumidores que había iniciado con 14 familias, pero que ya para 2003 había crecido a 75, así lo recuerda Verónica Alcántara, productora de guajolote orgánico en la Granja Cocotla de Texcoco.
Dicha red de consumidores surtía a las familias de productos básicos como verduras, queso, algo de pan y carne de la rumorosa, pero al crecer se desorganizó un poco, “la logística era una locura”, sigue Verónica en su narración, por ello se buscó al rector quien facilitó el local en el Pueblo Cooperativo.
De la falta de clientes y desconocimiento de la ubicación de local pasó a la mejora de la oferta y a la incorporación de nuevos productores orgánicos, continúa Verónica.
Un reto fue la verificación de los procesos de producción bajo los principios orgánicos, describe Verónica, quien ha puesto el ejemplo en su Granja Cocotla, la de los guajolotes. De esa necesidad surgió la guía de apoyo para la certificación participativa, proceso que han implementado muchos otros mercados orgánicos en el país.
Como pionero que es, Chapingo también implementó una guía de 10 puntos necesarios para establecer un tianguis orgánico, e impulsó lo que hoy es la Red Mexicana de Tianguis y Mercados Orgánicos.
Los tiangueros orgánicos impulsaron un cambio en la mentalidad del consumidor y el productor. No se trata “sólo de producir alimentos sino dejar de lado las imposiciones de las empresas de semillas y fertilizantes que degradan”, dice Verónica.
Además, el tianguis ha aportado una alternativa laboral a los jóvenes egresados de la UACH. “Estoy convencida que la producción orgánica es un proyecto de vida que los jóvenes podrían acoger y desarrollar en esta incertidumbre de trabajo”, dice Verónica al hablar del aporte del Tianguis Orgánico de Chapingo.
El sábado 15, decenas de productores y consumidores orgánicos festejan en Texcoco el once aniversario del tianguis con conferencias, rifas, música, productos orgánicos y pastel. La fiesta es en la calle Igualdad Social del Pueblo Cooperativo de Texcoco, frente a la Universidad Autónoma de Chapingo, a partir de las 10 horas.