Modelo actual nos pone en situación de suma vulnerabilidad, alertan.
Ayer comenzó el ciclo de 10 conferencias y foros Nuestro Futuro, Nuestra Energía, que busca abrir el debate público sobre el modelo energético del país y donde participan más de 25 organizaciones, entre ellas sindicatos, cooperativas, movimientos sociales, así como personas expertas y representantes de comunidades.
En la primera sesión, llevada a cabo en la CDMX, se afirmó que a 20 años de que inició el declive en la producción petrolera, México no podrá seguir con su modelo de extracción de hidrocarburos sin pagar altos costos sociales, ambientales y económicos, por lo que urgieron a repensar alternativas.
Sofía Ávila, integrante del Grupo de Estudios Transdisciplinarios sobre Energía y Crisis Civilizatoria, señaló que el modelo de producción basado en la extracción petrolera “nos pone en una situación de suma vulnerabilidad, tanto desde el punto de vista socioeconómico como ambiental”.
Lo anterior debido a que dicho modelo está calculado por la Secretaría de Economía para mantenerse hasta el 2050, además de que ha tenido aumentos en los costos de producción, costos para quien consume y por la dependencia del gas fósil que proviene de Estados Unidos.
El investigador de la UNAM, Luca Ferrari, expuso que 85% de la matriz energética que usamos proviene de combustibles fósiles. Advirtió que México ha gastado el 88% de la producción acumulada y en 35 años agotó en Cantarell, mientras que “actualmente se produce sólo la mitad del pico energético del 2004”.
Impactos sociales
Por su parte, Pablo Ramírez, de Greenpeace México enfatizó que este modelo extractivo y energético repercute con “impactos muy graves en las comunidades donde se asientan”.
En el mismo sentido, Alejandra Jimenez, de la Alianza Mexicana Contra el Fracking, cuestionó la supuesta bonanza económica que ha generado la industria petrolera en comunidades de Tabasco y Veracruz, pues “donde están los pozos no hay clínicas ni beneficios, pero también hay impactos en medios ambiente, en la cultura” y en las formas de vida campesinas.
Como ejemplos de dichos impactos, durante los foros estarán participando representantes de comunidades que se han organizado para hacer frente a megaproyectos, tal como el Frente de Pueblos en Defensa del Agua y la Vida de Puebla, Morelos, Tlaxcala, así como la Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIDTT).
Abrir el debate
Las organizaciones y movimientos impulsores del ciclo de debates plantearon que en México la discusión sobre el modelo energético se ha centrado entre el sector público y privado, además que se ha centrado hacia modelos de energía fósil y hacia una supuesta transición energética sustentada en un modelo de megaproyectos de energía renovable altamente demandandtes de agua, tierra y minerales.
Dicho modelo, plantearon, mantiene el discurso dentro de una lógica extractivista y niega otas posibilidades públicas o colectivas de producir, distribuir y consumir energía.
Por ello, ante el declive del modelo de producción basado en hidrocarburos y en megaproyectos, con sus impactos ambientales, sociales y económicos, urge transitar hacia un modelo basado en la disminución planificada de hidrocarburos, el cese de megaproyectos, y la multiplicación de alternativas públicas y comunitarias.
Los debates se llevarán de forma simultánea en foros abiertos y virtuales desde las ciudades de Guadalajara, Mérida y CDMX. Participan además de las organizaciones y movimientos sociales mexicanos, expertos de Guatemala, Colombia, Argentina, Ecuador y Portugal.
Consulta los debates dando click aquí.
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