Buscan promover a la cooperativa como forma prioritaria para el trabajo.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 28 de abril de 2020
El Grupo Promotor de la Economía Solidaria, donde participan Celina Valadés y Juan Gerardo Domínguez, ha lanzado la propuesta de transición de la Economía del Capital a la Economía Solidaria en el contexto de la pandemia por coronavirus que se vive. Mediante la declaración, propone organizar en México otro modelo de sociedad basado en una transición que multiplique casos exitosos de comunidades rurales y urbanas para salir de la actual crisis económica.
El documento firmado por CEAAL (Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe), Circuito Económico Solidario de Hidalgo, Dinamismo Juvenil AC, Nuhusehe Educación y Desarrollo A.C, SCAAS (Sociedad Cooperativa de Asesores para el Avance Social) y Solidarius México, sugiere diversas estrategias entre las que destacan organizar territorios para la vida comunitaria y promover la cooperativa como forma prioritaria para la organización del trabajo.
También plantea que la sobrevivencia esencial sea fuera de los circuitos de capital en aspectos como la alimentación, salud, educación, vestido, vivienda, cultura, ciencia y tecnología. Propone formar y organizar a las comunidades en las estrategias de la economía solidaria, para que se priorice la producción bajo el principio de “cero desperdicios” como la plantea el concepto de Economía Azul.
Otras propuestas se refieren a promover la integración de jóvenes en el proceso de construcción del Buen Vivir que la Economía Solidaria ofrece en el marco de la vida comunitaria, así como sustituir de forma paulatina el dinero bancario por la moneda social.
La declaración señala también que las estrategias se tratan de propuestas generales que las personas y organizaciones involucradas en cada territorio mejorarán y adaptarán a sus circunstancias y cultura.
Entre las acciones que se requieren para emprender la transición señalan el aprender a sembrar, cultivos básicos como maíz y frijol, crear un vínculo con alguna tierra, producir con cero desperdicios, dejar de consumir de forma compulsiva y desarrollar habilidades prácticas como la cocina, carpintería, reparación de máquinas.
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Enfoques cooperativos; Hoy: Los retos urgentes del movimiento cooperativo ante el Tiempo de Reconfiguración Socio-Económica Capitalista Global.
Por José Yorg, el cooperario.
“El tiempo de cuarentena por el coronavirus es el tiempo para ajustar los mecanismos del nuevo formato capitalista, pero también les sirve la inacción de los posibles actores de la alternativa de construir un mundo mejor, duermen la siesta”.
Por José Yorg, el cooperario.
“Los que hacen la revolución pacífica imposible, harán inevitable la revolución violenta. Cuanto más se oprime un conjunto de necesidades y cuanto más se impide que se ejerzan derechos, más se facilita que estallen revoluciones claramente violentas”. John F. Kennedy.
“Para que la reorganización de la sociedad beneficie a la raza humana tiene que ser completa en todas sus partes. Es necesario que las cosas viejas perezcan y todo se renueve. La religión, las leyes, el gobierno, las clases, las instituciones y todas las reglamentaciones comerciales del viejo mundo, deben ser puestas de lado y abandonadas apenas se realice la nueva organización y ocupe el puesto de aquella que incluye en su seno toda la vieja miseria humana”. Robert Owen.
Partimos de la fuerte convicción de que estamos en una situación de extrema peligrosidad sanitaria mundial, pero también, ello conllevaría la bancarrota del sistema capitalista mundial, al menos en su versión actual. Está en entredicho el modelo de la oferta y demanda.
Ahora, más vale que nos preguntarnos: ¿Cuáles son los retos urgentes del movimiento cooperativo ante la situación de catástrofe generada por la pandemia y que indican al mismo tiempo el fin del capitalismo actual, pero no su desaparición?
Roberto Fermín Bertossi en su artículo denominado “Desafíos cooperativos por el COVID-19” nos ilustra con su extraordinaria pluma y dispara al inicio que “Después de semejante pandemia mundial, nada será lo mismo. La revalorización de la vida y el temor a la muerte, súbitamente, recobraron toda su real dimensión, connotaciones e intensidad pues, siendo mortales, vivíamos como inmortales”.
Sus argumentos siguientes son en verdad sólidos y convincentes, nos vimos en la extenuante tarea de resumir para centrarnos en lo que consideramos el meollo de la cuestión:
“Ello nos sugiere un nuevo tiempo, un nuevo orden ecológico, social, sanitario, económico y financiero (menos líquido, más humano), político y cultural; un nuevo contrato social entre todos los pueblos del mundo a partir de la persona, de la familia, de lo cooperativo, madurando la “unión productor/consumidor”, “prestador/usuario”, etc.; siempre desde el respeto mutuo, simétrico”…” un nuevo orden mundial requiere creatividad e inventiva para asumir sin demora, este inédito desafío mundial con activo compromiso cooperativo sobre información y conocimiento, con conciencia educativa solidaria, con ciencia y previsión, con legitimidad actual, experticia y anticipación gubernamental, asignando un rol vital al “cuidado de la casa común”; democratizando ciencia y tecnología para que cooperen sin prevalecer sobre el bien común ni el bienestar general”.
Ahora, ¿Quién o quiénes serán los sujetos de cambio? ¿Quiénes organizarán la potencia necesaria para acometer tal faena anhelada? Y lo más áspero que se deberá resolver: La resistencia más vigorosa que, sin dudas, presentarán los bancos internacionales, el trust, cártel, holding, los auténticos poderes del mundo, no dejarán así como así la construcción de ese “nuevo orden mundial”, porque, como dijo alguien “el mundo no está hecho tan felizmente”.
Pero además, esos sectores, tan afines a tener todo bajo control, que poseen medios y herramientas, intelectuales y científicos a su disposición, por lo que no sería un acto de profanación pensar que su fase de reconversión productiva capitalista no esté ya en plena acción.
A tenor de nuestra capacidad como movimiento cooperativo y mutual, de la economía popular y social, de influir hacia ese cambio, será hoy, en esta circunstancia de apertura y entredichos posiblemente sea mayor que la que hemos tenido en tiempos pretéritos.
Así que, la peor actitud que puede asumir el cooperativismo organizado es tener una actitud pasiva, de espera, de renuncia a iniciativas, en fin, a seguir de furgón de cola.
Tiempos de reconfiguración socio-económica
Se ha abierto un tiempo en el mundo, que a nuestro criterio, podríamos denominarlo “Tiempo de reconfiguración socio-económica”, hablamos de reconfigurar el modelo capitalista por otro modelo organizativo socio-económico global, o cuanto menos, en Argentina, hablamos de construir un mundo mejor. Requerimos un sujeto constructor, ese escultor que labre su obra, un mundo cooperativo real, palmario y no meramente una sana y bonita aspiración, pero inconducente.
El capitalismo imperial y globalizado necesita y así se evidencia, instalar contextos represivos con aceptación prudente del pueblo, que se asuma tales agresiones como oportunas y naturales, así procede sin más. Pero también en su fase de reconversión productiva capitalista requiere expoliar con más intensidad y menos resistencia al mismo tiempo.
Ya está inferido, con indicios ciertos, que el capitalismo está en pleno proceso de reconversión, eso ya no es novedad. Están utilizando el tiempo de cuarentena para ajustar los mecanismos del nuevo formato capitalista, pero también les sirve la inacción de los posibles actores de la alternativa de construir un mundo mejor, duermen la siesta.
Dicho esto, el movimiento cooperativo Latinoamericano y universal debe re-plantearse seriamente sus visiones y estrategias que devienen hoy, claro está, cuanto menos desfasados, dado que no estamos en tiempos normales, por tanto, corresponde-a nuestro criterio-esa acción revisora y la elaboración de estrategias y tácticas superiores acordes a los tiempos actuales y coyunturales que es un tiempo de definición, tiempos de reconfiguración socio-económica.
El escenario, entonces, puede ser una oportunidad en cuanto a dar un paso adelante, asumir un tiempo de avance hacia el estadio superior de la cooperación, descontando que nada será facil, pero la realidad así lo impone.
Se requiere, sin dudas, para acometer esa renovación, de un Stratego, de un conductor político-cooperativo y cuadros tácticos con enorme vocación organizativa y de una concepción que anime una acción en unidad para impulsar el desmantelamiento capitalista y construir el mundo cooperativo.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!