En 5 años se recuperaron mil 700 ha de Suelo de Conservación: Medio Ambiente de la CDMX.
En el marco del Día Internacional de la Diversidad Biológica, Rosalba del Valle, socia de la Cooperativa de Ecoturismo Olintlalli, comentó a La Coperacha la importancia del sistema lacustre chinampero de Xochimilco como espacio de biodiversidad y producción alimentaria.
Datos de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), dicen que el país alberga el 70% de la biodiversidad mundial, por su parte la CDMX contiene el 12% de la biodiversidad nacional que corresponde al 2% de la diversidad del planeta. El 59% de la ciudad es Suelo de Conservación, lo que abarca 88 mil 400 ha que albergan flora y fauna de la ciudad.
La Sedema indicó que de 2019 a enero de 2024 se recuperaron mil 170 hectáreas de suelo de conservación, lo que equivale a 1.5 veces el tamaño del bosque de Chapultepec. La institución dijo que “recuperar estas hectáreas implica restaurar la calidad y la productividad de la tierra, conservar la biodiversidad, el fomento de la soberanía alimentaria, la mitigación del cambio climático y la mejora de la salud humana”.
La biodiversidad de las chinampas
El patrimonio natural y biocultural del Suelo de Conservación está formado por zonas boscosa, matorrales y pastizales de alta montaña. Adicionalmente, la vegetación acuática y subacuática de las alcaldías Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, al sur de la CDMX.
De acuerdo con la Sedema el 60% del agua que consume la ciudad viene de los mantos acuíferos subterráneos que se recargan con la infiltración del agua de lluvia. Esta zona ecológica de conservación da 73 litros de agua por habitante al día.
Rosalba del Valle afirmó que todo el ecosistema lacustre representa para la Ciudad de México “beneficios ecosistémicos” como la captación de dióxido de carbono y la filtración del agua a los mantos freáticos. Además, para Xochimilco representa “el poseer un sistema agroalimentario muy versátil y diverso” en el que hay muchas variedades de especies nativas, silvestres y otras más que migran como el pato canadiense.
Añadió que en la zona lacustre chinampera hay una gran cantidad de organismos vivos entorno a los canales: los peces, ranas, acociles, almejas incluso hasta el ajolote que son representativos de un platillo que antes se preparaba en Xochimilco “le llamamos Tlapique“. Todos esos ingredientes se tomaban del mismo entorno: la proteína animal venía del lago y todos los vegetales provenían de las chinampas.
En Olintlalli, dijo la cooperativista, quieren rescatar costumbres a través de retomar la cocina tradicional, los cultivos y recuperar especies endémicas. Aunque ahora ya no podemos consumir todas esas especies porque están en peligro de extinción, pero sí hacemos alusión de ellos en algunos platillos.
Amenazas al suelo de conservación
En su quinto informe la Sedema señaló los factores de presión que enfrenta la zona de conservación: el crecimiento de la mancha urbana sobre superficies naturales, vinculada a la venta ilegal de terrenos para uso habitacional, cambios de uso de suelo, tala clandestina, abandono de tierras agrícolas y uso de sustancias contaminantes del suelo, así como incendios causados por actividades humanas y acentuados por fenómenos climáticos.
Asimismo, indicó que hay 105 especies de flora y fauna presentes en la ciudad que se identifican en alguna categoría de riesgo, el “deterioro de varias décadas” provocó que la ciudad perdiera el 70% de los bosques de encino y pino, así como el 60% de las especies de flora acuática.
Además de las presiones antes mencionadas, agregó Rosalba del Valle, la situación del cambio climático “nos está pegando muy fuerte, sobre todo lo vemos en cuanto a la calidad de agua porque cada vez está bajando el nivel (de los canales) y eso hace que pues todos esos metales pesados que bajan de la atmósfera al canal, pues se concentren más”.
Dijo “como todo ecosistema tarde o temprano te llega, estamos ahí ejerciendo un poquito de conciencia a través de las actividades que hacemos en Olintlalli”. La cooperativa también se dedica a la producción de flores y hortalizas utilizando técnicas ancestrales de cultivo y empleando técnicas agroecológicas en chinampas de Xochimilco.
Fortaleza cooperativista
Rosalba aseguró que una de las principales fortalezas de ser cooperativa es que “estamos organizados”. También están organizadas otras figuras como las unidades de producción familiar, pero tienen un alcance más reducido porque las cooperativas normalmente van tejiendo redes entre ellas.
“Empiezas a estar en contacto con otras cooperativas” a través de diferentes programas, reuniones de cooperativas o cursos para capacitarse o regularizarse, “el hecho de ir conociendo en el camino a otras personas que también están organizadas y que a su vez pues cada vez vamos tejiendo un tejido más fuerte en pro de pues las ideales que tenemos en común”, contó la socia.
Los productos agroecológicos de Olintlalli se encuentran en Tianquiskilitl, el mercado de las cosas verdes y a través de Facebook, Instagram y su sitio web. Además, en la cooperativa “estamos abiertos para quienes quieran hacer trabajos de investigación, capacitaciones o voluntariados nacionales o extranjeros”.
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