En tanto, comunidades preparan encuentro regional “El Istmo es Nuestro”.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 04 de junio de 2019
Los días 18 y 19 de mayo se llevaron a cabo en 7 sedes de Oaxaca y Veracruz, la etapa de seguimiento de la consulta indígena, que de acuerdo a los pueblos indígenas, vulneró los principios de previa, libre, informada, culturalmente adecuada y de buena fe.
A través de un seguimiento, la organización de Derechos Humanos Código DH señaló que la convocatoria tuvo poca difusión y fue selectiva: “algunas cooperativas pesqueras fueron citadas a venir para la entrega de sus documentos, hubo incluso autoridades que no pudieron participar al no estar en la lista oficial de las convocadas”.
Para la organización defensora de derechos humanos con el actual gobierno existe en el discurso una relación diferente con los pueblos pero en la realidad “se reproducen los vicios del pasado”, pues ni siquiera entregaron las actas en cada una de las sedes, “dejando a la consulta como un mero trámite”.
Subrayó que el proceso de consulta “cubre formalismos” pero mantiene una práctica “que no deja espacios reales para la toma de decisiones sobre las prioridades del desarrollo, el ejercicio pleno de sus derechos y que abona a la criminalización de las personas defensoras”.
Código DH afirmó que las comunidades en resistencia reivindican ante todo su derecho al territorio y ven el derecho a la consulta como secundario.
Encuentro regional El Istmo es Nuestro
Mientras tanto, más de 30 organizaciones, comunidades y sindicatos convocaron al encuentro regional “El Istmo es Nuestro”, a realizarse el sábado 08 de junio en la Escuela Pedro Sainz de Baranda, Salina Cruz, Oaxaca, ante lo que han denominado consultas simuladas e imposición del Corredor Transístmico.
Los convocantes, entre ellos la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT) y el Comité Nacional en Defensa y Conservación de los Chimalapas, alertaron que el megaproyecto significa despojo, divisionismo, destrucción ambiental, violación de derechos y pérdida de soberanía nacional y de la autodeterminación de los pueblos.