
CDMX y Oaxaca, primeros congresos locales en avalar reforma constitucional.
Con 97 votos a favor y 16 en contra, el Senado de la República aprobó ayer la reforma constitucional a los artículos 4 y 27 para la conservación y protección de los maíces nativos y que prohíbe la siembra de maíces genéticamente modificados, entre ellos, los transgénicos.
Luego de 5 horas de discusión, con los votos de Morena, PT, PVEM, PRI y MC se aprobó el dictamen que señala que “México es centro de origen y diversidad del maíz, que es un elemento de identidad nacional, alimento básico del pueblo de México y base de la existencia de los pueblos indígenas y afromexicanos. Su cultivo en el territorio nacional debe ser libre de modificaciones genéticas producidas con técnicas que superen las barreras naturales de la reproducción o la recombinación, como las transgénicas”.
Los senadores del PAN insistieron en sus planteamientos sobre que no existe fundamento científico de que el maíz transgénico provoque daños a la salud y la biodiversidad. En respuesta, senadores de Morena les espetaron que los blanquiazules defienden a las trasnacionales como Monsanto.
Por su parte, senadores del PRI, votaron a favor de la reforma pero achacaron abandono del gobierno federal hacia el campo, lo cual también generó respuesta de la mayoría guinda al señalar que fueron los gobiernos tricolores los que destrozaron al campo y pusieron de rodillas a los campesinos para usarlos en beneficio electoral.
El decreto fue remitido a los congresos estatales para su análisis y votación. Horas después, dos de estos congresos, el de la CDMX y el de Oaxaca, aprobaron la reforma constitucional. Para que la reforma se concrete se requiere que 17 legislaturas locales avalen el dictamen.
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