“Se han deforestado miles y miles de montes que milenariamente hemos cuidado los mayas”: Leydy Pech
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 28 de enero de 2014
México es el tercer exportador de miel a nivel mundial con cerca de 50 mil toneladas anuales, el 40 por ciento de esas toneladas es producido en la península de Yucatán por 20 mil familias de apicultores mayas que hoy se encuentran amenazados por la siembra de soya transgénica en sus comunidades.
Así lo explica Leydy Pech, productora apícola maya, quien vino a la Ciudad de México a señalar la situación en la que se encuentran los indígenas mayas de la península de Yucatán.
“Estoy en representación de las 20 mil familias mayas, quiero expresar nuestra inconformidad ante el otorgamiento de los permisos a la soya transgénica”, ha dicho Pech, “la apicultura y el maíz son dos actividades que tradicionalmente nos han sustentado a las familias campesinas, ahora vemos que se está amenazando con acabar esas dos actividades y si llegaran a acabar con esas dos actividades estarían acabando con nosotros también”.
Monsanto en Yucatán
En 2011 el laboratorio alemán Intertek detectó transgénicos en una muestra de miel de Champotón, Campeche, provenientes de la soya genéticamente modificada de Monsanto, cultivada en fases piloto y experimental en ese estado. En 2012 la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) otorgó un permiso de siembra en fase comercial de 253 mil hectáreas a dicha trasnacional a pesar de que diversas dependencias desaconsejaron su siembra.
El Colegio de la Frontera Sur, por ejemplo, ha realizado investigaciones que acreditan la imposible coexistencia entre la miel y la soya genéticamente modificada.
El Instituto Nacional de Ecología (INE), la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) emitieron dictámenes en contra de la soya transgénica “debido a los efectos que para la producción de miel, el medioambiente y la salud podrían producirse, debido no solo al transgénico en sí, sino al herbicida que es altamente nocivo para la salud”, explica Jorge Fernández, abogado de Indignación AC y del Colectivo MA OGM, que ha presentado la batalla legal para detener a la soya de Monsanto.
A pesar de que los dictámenes de esas dependencias eran vinculantes, fueron desoídos por la Sagarpa. Otra irregularidad en el proceso de los permisos de siembra fue la violación al derecho a la consulta de los pueblos indígenas plasmado en el Artículo 2 Constitucional y el derecho a un medio ambiente sano que se lee en el Artículo 4 Constitucional.
Los mayas
Leydy Pech, originaria de Hopelchén, prosigue en su denuncia, “en nuestras comunidades y municipios se dieron los permisos para la siembra de soya transgénica, se deforestaron miles y miles de montes y selvas que milenariamente hemos nosotros, los mayas, cuidado”.
“Se están desapareciendo las abejas pero también se están tumbando las especies locales que polinizan las abejas. Nuestra esperanza de alimentación está puesta en la Tierra, en los suelos, y si esto se acaba, pues estarían acabando con nosotros”.
A la denuncia de la introducción de soya de Monsanto en suelo maya, Laydy Pech agrega que empresarios y menonitas “no solamente están sembrando semillas transgénicas sino que están usando mucho químico, pesticidas, fumigaciones aéreas”.
“Somos miles de familias que nos vemos amenazadas. Hay desconocimiento, en nuestra lengua materna no sabemos qué quiere decir transgénicos. No se vale y no es justo que nos hayan introducido un modelo de desarrollo sin que nos digan cuáles van a ser las consecuencias”.
Las consecuencias
Sobre las consecuencias que pregunta Leydy Pech, el medio de comunicación Al Jazeera publicó un documental llamado Las malas semillas argentinas , que describe las consecuencias de introducir esta semilla y el herbicida Roundup en suelo pampero.
Al Jazeera alerta que en 10 años la tierra plantada con este tipo de cultivos será inservible a causa de la saturación con agrotóxicos. El documental agrega que cerca de 12 millones personas de las zonas rurales y periurbanas de Argentina padecen problemas sanitarios como casos de cáncer, alergias, malformaciones congénitas y abortos espontáneos.
El herbicida Roundup y su ingrediente activo Glifosato han sido encontrados en peces muertos de la Laguna Guerrero en Chetumal, Quintana Roo, de acuerdo a estudios elaborados por el Colegio de la Frontera Sur.
La defensa
Para el abogado Jorge Fernández, el Poder Judicial de la Federación “tiene ahora en sus manos el futuro de la soberanía alimentaria del país”, esto ante una política pública del Ejecutivo “que se ha evidenciado pro transgénica”.
“Hasta la fecha se han presentado ante los Juzgados Federales de Yucatán y Campeche, más de 20 pruebas de distinta naturaleza que acreditan no sólo la violación al derecho a la consulta hacia el pueblo maya peninsular, sino también el riesgo inminente de contaminación de la miel por polen transgénico y del medio ambiente por los herbicidas utilizados para su siembra”, describe el abogado del colectivo MA OGM.
MA OGM ha interpuesto 8 juicios de amparo en Quintana Roo, Campeche, Yucatán y Chiapas, que si bien detuvo la siembra de soya transgénica en 2012, fue revocada al año siguiente.
También en 2012 el gobierno de Yucatán emitió un decreto de contingencia que no detiene pero sí dificulta la siembra de soya de Monsanto, explica MA OGM. Además se llegó a un acuerdo con productores de Soya y el gobierno local para que aquéllos se comprometan a no sembrar soya transgénica y éste financie la compra de semilla de soya convencional.
Existe también una declaratoria de Zonas Libres de Transgénicos en la Ley de Bioseguridad de Organizamos Genéticamente Modificados que el colectivo MA OGM y la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de Yucatán han buscado concretar.
Ambos presentaron la solicitud para 10 municipios de Yucatán (y posteriormente en Campeche), sin embargo el proceso ha quedado congelado en la Sagarpa, la cual respondió que no existe la reglamentación para llevar a cabo dicha declaratoria.
La alianza
Bajo el lema “De Mérida a Ensenada, transgénicos para nada”, el colectivo MA OGM y Colectivas, organización que consiguió a través de una demanda colectiva frenar la liberación de semillas de maíz transgénico en todo el país, anunciaron una alianza nacional para realizar acciones conjuntas en defensa de la soberanía alimentaria.
La alianza, que se presentó el viernes 24 de enero, busca en el Poder Judicial “el acceso a la justicia, a la alimentación, el derecho a la consulta y a la igualdad y no discriminación, derechos fundamentales que deben ser analizados y protegidos por los jueces federales atendiendo al estándar más alto de protección a los derechos humanos”, puntualizan los representantes de ambos colectivos.