Grandes productores de tortilla usan harina de maíz sin nixtamalizar, con lo que se desperdician valiosas propiedades alimentarias.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 20 de junio de 2016
Algunos aspectos que han contribuido a la caída en el consumo de tortilla es la industrialización y abundante cantidad de productos ultraprocesados hechos con harina de maíz, además de malas políticas públicas orientadas al campo, advierte Xaviera Cabada, nutrióloga e integrante de El Poder del Consumidor.
El problema a nivel nutricional radica en que los grandes productores de tortilla la han harinizado, es decir, que la elaboran a partir de la harina refinada de maíz sin nixtamalizar, lo que provoca que pierda valiosas propiedades alimentarias.
Por otro lado y en el contexto de la soberanía alimentaria hay graves problemas, pues desde hace más de 20 años se promovió a través del Tratado de Libre Comercio con América del Norte exportar productos nacionales para buscar un mayor posicionamiento en otros mercados e importar alimentos de otros países, “lo que sucede en realidad es que los productores se quedan con su productos porque la mayoría de semillas y granos básicos, se importan”, advierte la nutrióloga.
Xaviera invita a consumidoras y consumidores a exigir a la industria el usar maíz nixtamalizado en lugar de harina refinada, “se ha visto que conforme los consumidores exigimos más a las empresas, estas sí hacen modificaciones con tal de vender el producto”, menciona Cabada.
Por otro lado el Centro de Orientación Alimentaria (COA) y la organización Semillas de Vida, han advertido que no se sabe la procedencia del maíz con el que elaboran estas harinas, es decir, no sabemos si son maíces genéticamente modificados, los cuales además se cultivan con pesticidas que impactan en la salud, comenta Xaviera.
La nutrióloga advierte que “las y los consumidores sí podemos hacer cambios que sean sustanciales para nuestra salud, hagamos todo lo posible en comer tortillas que sean de maíz y no de harina refinada”, finaliza.
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