Es la primera cooperativa en México con cobertura de precios en la Bolsa NYSE.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 08 de noviembre de 2016
A la salida de Cuetzalan, en la Sierra Norte de Puebla, donde se bifurcan los caminos que van a San Miguel Tzinacapan por un lado y hacia Yohualichan por el otro, se encuentra el beneficio de la Tosepan Tititaniske.
En el beneficio, denominación usada desde las instituciones para definir a las bodegas de granos, se resguardan, acopian y procesan para su comercialización, la pimienta y el café que producen los socios de la cooperativa.
De la Sierra Norte de Puebla salen esos productos, principalmente a mercados internacionales, y las utilidades regresan en forma de otro beneficio para los socios masehual y tutunakú, pero no siempre ha ocurrido así.
El golpe del huracán
La responsable de comercializar el trabajo de producción de los socios de Tosepan es la cooperativa Maseual Xicaualis, que ha tenido años gloriosos, pues ha exportado café y pimienta orgánicos hasta Japón, Alemania y Holanda, pero otros terribles, como el 2007, cuando el huracán Dean pegó en México, enviando un coletazo a la economía indígena de esta región.
Durante un recorrido por el beneficio de la Tosepan, María Luisa Albores, asesora de la cooperativa, recuerda aquél momento y explica que en la cooperativa se aprende de las experiencias buenas y las malas, desde sembrar y cosechar orgánicamente, cultivar miel de abejas meliponas, construir un hotel, administrar una caja de ahorro con 34 mil socios, pensar un modelo educativo para los hijos, defender el territorio y hasta cotizar en la Bolsa de Nueva York.
Aquél año que Dean arrastró cosechas, la cooperativa tuvo pérdidas, relata Albores. Tosepan había adquirido un predio muy grande a unos pasos del centro de Cuetzalan donde instalarían su casa de máquinas “y de repente se tuvo una pérdida muy fuerte con el precio de la pimienta”, recuerda.
La pimienta, que principalmente se exporta, había tenido un precio internacional a la alza, entonces en 2007 cuando la Maseual Xicaualis compró a los productores su precio se desplomó de venta. “Cuando se vende (en el mercado internacional) no respetaron contratos, entonces en vez de haber una entrada se perdió muchísimo”, señala Albores.
Recuerda que “el predio (que hoy es la Casa de Cultura de Cuetzalan) se tuvo que vender al municipio para poder pagar al banco”.
El mercado de Tosepan
Albores narra que en cuestión del mercado, la comercialización de lo orgánico es más segura pues se acoge a convenciones de comercio justo. Pero en cuanto a las producciones convencionales todo es volátil, “es la ley de la oferta y la demanda, del que pague más”.
Lo que exporta Tosepan pasa por Nueva York. “Todo lo que tenga que ver con el café de todo el mundo ocurre en la Bolsa de Nueva York. Ni es un país consumidor, ni es un país productor pero ahí se concentra todo, es el mercado”. Con la pimienta pasa igual, México exporta la que produce.
Al comercializar vía Nueva York, Tosepan aprendió la dureza del mercado capitalista. “El mercado es algo que no se ve porque eres el productor y tienes el producto acá, de este lado de América. Es ficticio, se maneja puro papel y contratos, entonces cómo haces para que tu contrato sea respetado al precio que lo vendiste y no se baje”, se cuestionan.
La cobertura de sus precios
Hace seis años Tosepan comenzó la cobertura internacional de sus productos. “Como cooperativa a nivel nacional somos los primeros en cubrirnos en Bolsa”, afirma María Luisa.
En 2007, cuando ocurrió el golpe de Dean, la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) implementó una política pública de cobertura de precios para granos, denominado Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (ASERCA), “pero la verdad es que estaban muy lentos y no era el proceso tan viable”, dice la asesora de Tosepan.
De la mano de la consultora privada GAMAA Derivados, Tosepan aprendió a realizar la cobertura de precios en la Bolsa de Nueva York. “Tuvimos que aprender ese proceso, de estar viendo cómo amanece la Bolsa, cómo se comporta el peso-dólar, en qué momento dices ya cómprame esta cobertura, o déjala pasar”, narra Albores.
La cobertura genera un precio estable a partir de ingenierías financieras y garantías económicas en los mercados internacionales. Existen las que únicamente protegen los precios de producción; o especiales, de todo un ciclo agrícola; o de una producción en específico; o coberturas que atiendan una problemática emergente.
“Nosotros lo comenzamos a hacer por una cuestión de necesidad. Nos ha sido funcional y por eso lo seguimos haciendo. Hemos logrado que no se nos desplome mucho el precio”, recupera María Luisa.
La herramienta del capital
Albores y las socias y socios de la Tosepan están conscientes que usan herramientas de un modelo no compatible con el vivir bien que ellos practican.
Pero “¿cómo le haces para cubrirte y que el comprador te respete?”, se pregunta Albores. “He entendido en la cooperativa que hay herramientas que tienes que ocuparlas porque te estás metiendo a lo que rige el sistema y no olvidemos que estamos en un sistema capitalista que no se basa en cambios igualitarios”.
“Cuando una cooperativa se mete a intentar a hacer un proceso diferente (como exportar), pues va aprendiendo, y algo que se aprendió acá, fue lo que pasó con la pimienta, que hasta se salió perdiendo”, apunta Albores.
Sin buscar el lucro, subraya, tan sólo la protección del pago de los productores, Tosepan ha caminado esa experiencia. “Nos ha servido por esas tres cuestiones, por el fenómeno climático, por el desplome de la bolsa y también porque todo es ficticio en el mercado”.
La Coperacha
