UCIRI fue la primera organización en exportar café orgánico a Europa.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 9 de mayo de 2016
Pandemia cafetalera afecta a organizaciones como La Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI), con más de tres décadas de trabajo.
La UCIRI fue la primera organización en exportar café orgánico al continente europeo y la que abrió el mercado para muchas otras, así lo indica la jija del maíz, Francia Gutiérrez, de la campaña Sin Maíz No Hay País, está unión que hoy se encuentra en la crisis del sector cafetalero por efectos del cambio climático, falta de apoyos y políticas públicas, y la plaga de la roya del café, advierte Francia.
La Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo se encuentra en el estado de Oaxaca, en la región de la montaña Mixe y Zapoteca, la jija del maíz explica que esta organización ha sido acompañada desde sus inicios por el Padre Franz Van Der Hoff, “fundador de la primera iniciativa de comercio justo en el mundo”.
Francia menciona que “el comercio justo es ese esquema donde la mayor parte del ingreso se va a los productores, es un triángulo en el que hay un equilibrio ente productores, consumidores y comercializadores”.
A pesar de los beneficios del comercio justo practicados por la UCIRI, la pandemia cafetalera sigue afectado la producción de esta y otras empresas dedicadas a la producción y distribución del aromático, empeorada por “un sistema dominante que trata de imponer un sola vía económica aplastando las resistencias”, advierte Francia.
“Este mercado rapaz está mutando en coaliciones de empresas transnacionales que diseñan tratados comerciales, que dictan leyes, que regulan reformas estructurales para legitimar el desfalco de las naciones, para robar la soberanía alimentaria, para patentar la vida”, señala Francia.
La UCIRI “se encuentra ahora en un proceso de renovación y sustitución de cafetales por unos resistentes a la plaga de la roya”, menciona la jija del maíz, “será también tiempo de renovación y sustitución de nuestros gobernantes por unos que estén comprometidos con el derecho de las personas antes que el derecho de las corporaciones” finaliza Francia.