De un pato que sombras patalea y auroras grazna a la hora de historiar.
Colaboración especial: Pino Páez *
El pasaje que recuerda Pino Páez data de 1990, cuando la cooperativa Pascual prestó solidariamente a los obreros en huelga de la cervecería Modelo 500 millones de los viejos pesos para completar la fianza de mil millones que les impuso la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. La medida judicial marcaba un antecedente desfavorable para el ejercicio constitucional de la huelga. El monto solicitado fue reunido y se presentó ante la Junta cinco minutos antes de que venciera el plazo. Así fue que la huelga de los trabajadores de la Modelo ganaba una batalla que se extendía como una victoria del movimiento sindical.
Fresquecito aún se hallaba el nacimiento de la Cooperativa Pascual cuando un hecho de trecho nada estrecho se suscitó: en la usurpación del salinato contra obreros de una cervecera en huelga, jurídicamente se decretó que a fin de que el paro legalidá tuviera… se debería depositar -en tiempo cortísimo- una fianza monumental de ¡mil millones de pesos! antes de que los tres ceros se borraran, cuando en aquellos temporales un millón de pesos otorgaba en cuentas bancarias alrededor de un salario mensual, cifra con que jubilados y despedidos contra la desolación se parapetaban.
Lo que en realidad el salinismo pretendía era la anulación definitiva de las huelgas, con exigencia de “ley” que despuesito la Corte Suprema de “Justicia” de la Nación… en definitiva aplicación sentenciaría; cantidad inédita y descomunal en parangón de imposibilidad.
Lo que ni Salinas de Gortari, ni el regente defeño Camacho Solís, ni los jueces a merced del metálico tintineo no habían ni siquiera prefigurado… era que el pueblo, sí, las masas por los varones en barones de balones en abdomen, en prejuicio tanto ningunean, sin más convocatoria que la íntima dignidad colectiva, colmaran en fraternal tumulto la sede sindical de los huelguistas, entregando en efectivo aportaciones ¡reuniendo más de la mitad de lo fascistamente exigido! Eso puso los pelos de punta al tiránico poder, incluso en lo craneanos e imaginarios matorrales en la salinera cocotera.
Empero la fecha en facha de flecha oligárquicamente predeterminada se cerraba y ¡todavía faltaba casi la mitad de la cantidad tan draconiana!… Mas he aquí a escaso horario de lo premeditado y predeterminado por el gobierno entreguista… ¡La Cooperativa Pascual se presentó con los dígitos faltantes! y la intentona antilaboral se desmoronó. Ese tan solo un dato de la nutrida historiografía de la fraternidad tan pascualina, sin embargo, esa acción se debe calcar, re calcar y recalcar… a fin de que las nuevas generaciones de cooperativistas y los consumidores de la pascualidad de zumo historial tan abundante, sepan dónde están y cómo se envasa lo que a la sed liquida.
* Heriberto Manuel Pino Páez, mejor conocido como Pino Páez, es narrador, poeta, profesor y periodista mexicano. Fundador de periódicos como Agua Cero que hizo en colaboración con la Cooperativa Pascual en 1996.
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