Desde la Comunalidad
Jaime Martínez Luna
Guelatao de Juárez, Oaxaca // 06 de febrero de 2020
Lo Comunal es lo contrario a lo individual. Supone interdependencia, lo otro autosuficiencia. Lo Comunal es un todo, lo individual una parte. Lo Comunal une, lo individual separa. Lo Comunal integra, lo individual parcela. Lo Comunal es de todos, lo individual de uno solo.
Las Universidades actuales, individualizan, urbanizan, colonizan, mecanizan, humanizan. La Universidad Comunal tiene el propósito contrario: Comunalizar, Ruralizar, Descolonizar, Naturalizar.
Las Universidades actuales, dan continuidad al razonamiento ajeno, el que viene del exterior, el impuesto desde la invasión de Europa a este continente nuestro.
La Universidad Comunal, dará continuidad al razonamiento propio, el que surge de nuestro territorio, de nuestras asambleas, de nuestro tequio, de nuestra celebración. El que trató de ser asesinado desde 1492, con la invasión Europea.
Obviamente no se busca imitar procedimientos que nos conduzcan a lo contrario por considerarnos esquilmados en el conocimiento. Conocer lo que se da por nombrado Universal, no hace daño, por lo contrario permite fortalecer el razonamiento propio, a la luz de la realidad que enfrenta el mundo actual.
Obviamente no significa oponerse frontal y sistemáticamente a lo establecido, por lo contrario, abrir un camino diferente, en el que todas las experiencias valgan, porque lo posible está en el hacer de todos, en la creatividad de todos, en la construcción de nuevos escenarios de intercambio, ahora sí, de respeto, laboriosidad y reciprocidad.
Una visión científica que incorpore al humano a la naturaleza, de la que depende con sólo tomar conciencia que respira. De una visión que esté al servicio del planeta, no lo contrario como la Civilización Occidental lo ha impuesto. Una civilización fundada en la compartencia, ya no en la competencia.
Por todo esto, la responsabilidad de construir una Universidad Comunal es de todos. Los que han tomado conciencia de que respiran y con ello, pertenecen al mundo, y no seguir imaginando destruyéndolo, pensando que es nuestro y que podemos hacer con el lo que nos plazca. Bienvenido el respeto profundo, a la naturaleza profunda.
Imagen: Rodolfo Nieto (Oaxaca 1936-1985). Rinoceronte. Litografía 1967.
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