La comunidad queretana llevaba tiempo exigiendo el cierre de actividades en el lugar.
Pobladores de Ajuchitlancito, Querétaro, consiguieron que las autoridades del municipio de Pedro Escobedo clausuraran una granja porcícola que operaba de manera clandestina en la localidad, luego de que cerraran parcialmente un tramo de la carretera México-Querétaro.
Los habitantes de la comunidad comentaron que ya habían presentado escritos a distintas dependencias para pedir apoyo, pero “sólo nos hacían dar vueltas”, afirmó una de las vecinas. Por ello tomaron la vialidad en la carretera por unas horas.
Durante la manifestación, exigieron la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente y del gobernador panista de Querétaro, Mauricio Kuri González, pues alertaron que la granja podría ser un foco de insalubridad.
De acuerdo con los habitantes de Ajuchitlancito, la granja se ubica a menos de un kilómetro de la zona urbana. Asimismo, indicaron que ya había sido clausurada parcialmente; sin embargo, continuaban los trabajos. “Los olores son muy fétidos, se perciben en la escuela, en la iglesia, entonces ya no puede uno ni salir”.
Aseguraron que los encargados de la granja queman los restos de animales muertos al aire libre y los olores “son insoportables”, por lo que se dieron a la tarea de tapar ranuras en puertas y ventanas para evitar el ingreso del aire contaminado a sus viviendas.
Una de las vecinas de Ajuchitlancito aseguró que en la finca llegaron a meter hasta 6 mil puercos. “Imagínese la apestadera, es insoportable”.
Protección Civil y Desarrollo Económico del municipio clausuraron la granja después de realizar una revisión del lugar. Con ello se confirmó que no contaban con los permisos correspondientes para operar y colocaron los sellos de clausura.
Los responsables de la granja tendrán que trasladar a los animales a otro lugar, pero al interior de la finca no podrán realizar actividades. Las autoridades correspondientes vigilarán que se cumpla con lo establecido.
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