El 65% de las ventas mundiales de agroquímicios las tienen Bayer-Monsanto, Dow-Dupont y Syngenta-ChemChina.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 06 de agosto de 2020
El 4 de agosto la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) envió un anteproyecto de decreto a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) que permite estudios para determinar la seguridad del glifosato y desarrollar tecnología para su uso.
Organizaciones como Greenpeace, la Asociación Nacional de Empresas Comerciales de Productores del Campo (ANEC) y La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País, se pronunciaron en contra de este anteproyecto. Aseguraron que se opone a la transición agroecológica y la soberanía alimentaria propuestas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Presidencia.
Greenpeace México denunció la postura de Víctor Manuel Villalobos, titular de la Sader, por promover los agrotóxicos, los monocultivos y los transgénicos que favorecen a la agroindustria encabezada por Bayer-Monsanto, Dow-Dupont y Syngenta-ChemChina, quienes tienen “el 65% de las ventas mundiales de agroquímicos y el 61% del mercado de semillas”.
La especialista en Agricultura y Cambio Climático de Greenpeace, Viridiana Lazaro, afirmó que para realizar la democratización de la política pública, debe existir un diálogo público que apele siempre al principio precautorio y a la ciencia.
En 2015, el glifosato fue clasificado por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como probable carcinógeno en humanos y está asociado a una amplia variedad de efectos dañinos a la salud y a la diversidad biológica, de acuerdo a varias investigaciones científicas.
Por lo cual, Greenpeace afirmó que el glifosato “está lejos de ser un herbicida benigno” y agregó “se debe mantener la prohibición de su uso en México” para asegurar la salud humana y medio ambiental.
De acuerdo a la ANEC, el gobierno se planteó la “urgente necesidad” de rescatar el campo, así como caminar hacia la autosuficiencia y soberanía alimentaria ya que el modelo de la agroindustria ha producido alimentos dañinos y con efectos ambientales.
Las organizaciones ambientalistas afirmaron que es posible contar con alimentos más saludables y nutritivos sin utilizar productos químicos, a través de prácticas agroecológicas sin el uso de agrotóxicos y transgénicos.
El titular de la Semarnat, Víctor Toledo, afirmó el 4 de agosto durante la inauguración virtual del “Seminario Internacional Agroecosistemas”, que México se va a colocar como “modelo en la reconversión de los sistemas alimentarios hacia la agroecología”.
Añadió que la agroecología constituye un tema fundamental para las políticas ambiental, agrícola y pecuaria que están ligadas al tema de bienestar de la sociedad y que “se está a la espera de un decreto presidencial por el que este herbicida quede suprimido completamente en 2024”.
El Grupo Intersecretarial de Salud, Alimentación, Medio Ambiente y Competitividad (GISAMAC), dirigido a atender toda la cadena alimentaria en el país, busca la supresión de 80 plaguicidas y empieza por el glifosato, sostuvo Víctor Toledo.
La respuesta del sector del agronegocio, por la iniciativa de la transición agroecológica, fue el anteproyeto en favor del glifosato publicado por la Sader que no cumple con los acuerdos previamente establecidos entre las secretarías y la Presidencia.
La respuesta de la Sader “va en contra de los intereses legítimos de la población, de los derechos humanos como la salud, la alimentación y a un medio ambiente sano”, afirmó la Campaña Sin Maíz No Hay País.
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