Cero desempleo, certificación de competencias, mercados orgánicos y huertos urbanos entre sus propuestas
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 21 de julio de 2015
La Coperacha acudió a una de las reuniones de consulta vecinal que realiza la jefa delegacional electa en Miguel Hidalgo (MH), Xóchitl Gálvez. Así, entre la dinámica de sus encuentros para recuperar demandas y propuestas de las colonias, en este caso en la Anáhuac, nos abrió un espacio para charlar sobre sus planes para impulsar la economía social en la demarcación.
En esta primera entrega de La Coperacha sobre lo que se perfila en las delegaciones para la economía social, nos habló de su visión general, el trabajo de y para la comunidad, los intercambios locales, el potencial de huertos urbanos y mercados orgánicos, y las principales metas a alcanzar.
Xóchitl, has insistido en el aprovechamiento de las tecnologías para un gobierno eficiente y para combatir la corrupción, y en la certificación laboral como base de la política social. A partir de esos ejes ¿cuál es tu visión para promover la economía social en la MH?
Esta es una delegación con muchas oportunidades laborales, no debería haber ni una sola persona sin empleo. Podríamos apoyar a desempleados a crear sus propios negocios y hacer redes de servicio, de tal manera que los podamos recomendar dentro de la propia delegación.
Un buen plomero, que a lo mejor ya existe pero no tiene una página, no tiene la herramienta necesaria, no tiene un certificado laboral, yo no puedo saber que tan capaz es. Certificar competencias quiere decir que yo pueda ponerlo a impermeabilizar y saber que impermeabiliza bien, que pone bien un azulejo, que las cinco o seis cosas que hace las hace bien.
Con eso lo puedo subir a la página de servicios de la delegación, y entonces ya recomendarlo con los vecinos, con una tarifa para que no haya sorpresas.
Pero sobre todo cuenta la recomendación boca a boca, que los vecinos evalúen su trabajo. Entonces, si saca puro siete, decirle “algo está fallando, tenemos que mejorar esto o lo otro”, pero desde que sepan hacer una cotización, desde que sepan llegar bien presentados al trabajo, que sean bien hechos.
Quiero que la política social le regrese la dignidad a las personas. Una madre soltera podría tener actividades en comedores comunitarios, un anciano podría producir algo en su casa y puede crear una sinergia súper positiva, empezar a compartir y hacer una economía mucho más solidaria. Esa madre, ese anciano, se van a sentir mucho más dignos de saber que con su trabajo se están ganando la comida.
¿Son suficientes los recursos de la delegación y tres años para todo eso? ¿Vas a apoyarte en trabajo voluntario o en qué tipo de esquema?
Estuve trabajando con Muhammad Yunus todo el proyecto de social business, y he estado impulsando empresas sociales en comunidades indígenas, donde las comunidades tienen negocios con un beneficio social, podríamos hablar de algo de eso aquí en MH.
Por ejemplo, podríamos crear algunas empresas de jardinería para mantener los camellones de la delegación, y que sean empresas de la delegación las que puedan dar esos servicios. Hay un mercado y un potencial muy grande, y como soy empresaria tengo esa “deformación” muy grande del trabajo.
Otra clave es no robarse el dinero. Aquí en MH tenemos un capital humano de jóvenes egresados de la UNAM, del Tec, del Poli, de la Ibero, jovencitas que quieren hacer algo por su delegación y no las hemos sabido capitalizar. Eso no me va a costar más que abrir una página para que den su servicio social y tener un buen sistema de dónde van a hacer ese trabajo. Tenemos colegios e instituciones donde podríamos obtener becas. Las embajadas, podrían ser otro factor importante para becar a jóvenes para esos servicios a la comunidad.
Soy muy buena para conseguir recursos en el Gobierno Federal. Voy a tocarle la puerta a todos los secretarios de Estado. Yo no veo que el problema sean los recursos, yo creo que más bien es tener la capacidad de gestión y una buena aplicación de los recursos.
Toda esta visión implica una red de negocios locales y de la comunidad ¿Cómo puede funcionar? ¿Ya tienes contacto con experiencias de trueques o redes de intercambios locales?
La red es súper importante y justamente los huertos urbanos pueden empezar ese intercambio local de “yo produzco esto, tú produces eso” y empezar a intercambiar productos. En las comunidades indígenas es más interesante porque hay más espacio y más variedad de productos.
Queremos recuperar áreas verdes abandonadas en tres barrancas, que pueden ser espacios de intercambio, de producción, de hacer huertos urbanos ahí, en esos espacios que están llenos de basura, contaminados y abandonadas.
Podríamos empezar a darle cabida a algunos productores de Xochimilco, a que vinieran a poner un mercado de orgánicos aquí en la MH, y que a su vez hiciéramos algún intercambio de servicios con ellos, como paseos para los niños. He ido a algunos, me encantan estos mercados donde están fomentado mucho el comercio justo. Entonces es empezar a hacer estas redes de negocios entre los que están haciendo este tipo de actividades y la delegación va a estar muy abierta a estos proyectos.
Al preguntarle a Xóchitl sobre los espacios de consulta y participación, específicamente el Consejo Consultivo Delegaciona de Fomento Cooperativo, su actitud es de reserva.
¿Qué papel jugará el Consejo de Fomento Cooperativo?
Desafortunadamente hoy se me acercó una asociación, donde me dicen que la Delegación les pidió dinero, les hizo crear cooperativas y no pasó nada. Entonces parece que fue muy buen rollo, pero muy mala práctica. Yo soy muy buena práctica y poco rollo, yo una vez que haga algo, entonces si lo anuncio. Ya tengo sus datos, voy a entrar en contacto con ellos, para ver qué podemos hacer, pero yo sí creo en el cooperativismo.
Xóchitl no abundó más y así dejó abierto el tema de la política específica de fomento para las cooperativas y del papel que jugará el Consejo Consultivo. Al final, sintetizó las metas en economía social para su próxima gestión.
¿Qué meta te propones alcanzar?
Que no haya un sólo desempleado en MH. No es tanto, hay como 3 mil 500 desempleados, que también pudiéramos certificar unas mil personas laboralmente. Yo me daría por servida con esas personas que lograran una certificación laboral y otro tanto de empresas apoyadas con tecnologías de la información, que todas las microempresas tengan internet gratuito, para poder entrar a ese mercado de negocio social que te implica estar a través de la internet.
