Pone la defensa del territorio como un camino viable ante la crisis climática.
Oxfam México y el Centro de Derechos Indígena Flor y Canto publicaron la campaña “Defensoras del agua”, con el objetivo de “compartir experiencias exitosas en la defensa y cuidado del agua desde las voces de las mujeres”. Además de “posicionar su lucha en defensa del territorio como un camino viable para responder a la crisis climática”.
Esta campaña procuró destacar el valor de conocimientos tradicionales rescatados por esas mujeres, y adaptados a sus contextos locales en el presente, una “fuente de inspiración para accionar en favor y defensa de la Madre Tierra”, de acuerdo con la campaña.
En el sitio web de las “Defensoras del agua” pueden consultarse los testimonios en video de cuatro mujeres oaxaqueñas, que emprendieron iniciativas locales ante la escasez de agua en sus comunidades. Campaña enmarcada dentro de “Voces de vida”, un proyecto colaborativo entre organizaciones civiles de Puebla, Estado de México, Tabasco, Morelos y Oaxaca; enfocado en historias de mujeres defensoras de la tierra.
Ecotecnias tradicionales en Santa Catarina Minas
Severina Cruz, de Santa Catarina Minas, es productora de Maguey. En 2008 su comunidad vivió una fuerte sequía, que les impidió regar sus cultivos y dar de beber a los animales, pues, como mencionó en su testimonio, “no teníamos agua ni para tomar nosotros”. En ese entonces, Severina era topil de bienes comunales y, como mujer, encargada de labores domésticas y regar sus campos, percibió de primera mano la sequía.
Por lo que se unió a un grupo de mujeres encargadas de aplicar ecotecnias tradicionales para la captación, almacenamiento y distribución de agua. Tales como “bordos” y “ollas de tierra”, al principio la gente de su comunidad no les creía, hasta que comenzó a notar un aumento en la recarga de los acuíferos. Al día de hoy procuran pasar estos hábitos a las generaciones más jóvenes.
Carmela Velasco, de la misma comunidad, es Secretaria del Consejo de Vigilancia de Bienes Comunales y ama de casa. Ella ha contribuido en la construcción de “zanjas trinchera” y “bordos de alineamiento”, desde hace una década, cuando el agua del pozo comunitario dejó de ser suficiente para la población.
Quien destacó que “como mujeres nosotras también nos preocupamos de que esto salga adelante”, lo que la motiva a participar en los tequios y faenas que diariamente comienzas a las 8 AM.
Gracias a la coordinación a través de la unión ejidal y comunal Buin Dannis A.C. y al trabajo de mujeres como Severina y Carmela, Santa Catarina Minas ha revertido la escasez de agua. Por medio de labores de manejo hídrico, reforestación y saneamiento de suelos.
San Matías Chilazoa y San Pedro Mártir
La bióloga Gema Pacheco, de San Matías Chilazoa, compartió que como técnica agrónoma, el principal reto ha sido que algunos productores la reconozcan, “no es fácil que un productor diga una mujer me viene a enseñar”. La misma considera que el trabajo de la Coordinadora de Pueblos Unidos por el Cuidado y Defensa del Agua en su comunidad es un ejemplo a seguir, pues han promovido la transformación de su entorno social a través del servicio comunitario.
En San Pedro Mártir, Estela Pablo es secretaria del comité local para el cuidado del agua. Como tal, procura que los habitantes de la comunidad se comprometan a realizar obras de captación cuando deseen extraer agua de nuevos pozos. Para ella, ha sido difícil balancear los roles de jefa de familia y servidora local, sin embargo, se muestra satisfecha y contenta con su trabajo. “Si extraemos agua sin inyectarle más, nos vamos a acabar el acuífero, que es lo más valioso que tenemos”.
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